Pergeñada por una ONG como solución de fondo para la modernización de la infraestructura vial del país, en el contexto de la 122a. Exposición Rural fue presentado el proyecto de ley para la construcción de la Red Federal de Autopistas (RFA), una iniciativa para crear una red vial inteligente de 13.000 kilómetros, libres de peajes, financiada por los concesionarios sin avales del Estado.
El recupero de la inversión se haría por medio de una tasa de dos centavos por litro de combustible, pagaderos una vez finalizadas las obras, según se explicó en la presentación del proyecto que impulsa Guillermo Laura, presidente de la ONG Metas Siglo XXI.
En forma paralela al proyecto en Diputados se lanzó una convocatoria ciudadana de adhesión en Internet, www.autopistasinteligentes.org , para obtener un millón de firmas de apoyo que redunden en la sanción de la ley.
Se trata de un ambicioso master plan de modernización vial avalado por diputados de distintos bloques que ahora impulsarán su tratamiento en el recinto. En 1998, la propuesta ya había sido acordada en forma unánime por las provincias y ahora, con modificaciones y mejoras, busca su sanción y complementar, por su énfasis en la obra pública, el proyecto de ley de seguridad vial del Poder Ejecutivo, orientado sólo a la educación y el control viales.
En la presentación, Laura se refirió a la obsolescencia de la red vial, diseñada en 1930, y ahondó en su alta peligrosidad por los obligados sobrepasos en carriles estrechos, de una mano, causa del 66% de las muertes por choques frontales en las rutas.
«Las autopistas salvan vidas. Los países más desarrollados tienen menores tasas de siniestralidad porque la expansión de su parque automotor fue acompañada de mejoras en la infraestructura -señaló Laura-. A pesar de los US$ 4000 millones recaudados al año por impuestos a los combustibles, el Estado no los reinvierte en nueva infraestructura vial.»
Con un costo de dos millones de dólares por kilómetro terminado de autopista y 2315 trazas ya listas, «el país podría concesionar de forma inmediata y al mejor oferente las rutas necesarias», enfatizó Laura, al ubicar el proceso de modernización vial como una emergencia social por las 7000 muertes al año que se cobran las rutas y como creciente exigencia de los sectores productivos, ya que el 85% de la carga nacional se transporta por vía terrestre.
La implementación de carreteras de doble calzada, con curvas suaves, circunvalaciones urbanas, cruces a distinto nivel, banquinas pavimentadas junto con la implementación de detectores de niebla y hielo, conectados a centros de control de tráfico, evitarían siete de cada ocho muertes en rutas. Además, reducirián el costo de los fletes 20%.
«Si avanzamos con este proyecto, la Argentina puede tener la cuarta red de autopistas del mundo», apuntó el ex gobernador de Neuquén Pedro Salvatori, quien junto con Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural; Ricardo Lasca, del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial, y los diputados Federico Pinedo (Pro), Griselda Baldata (Coalición Cívica), Marta Velarde (Justicialismo Republicano), Ignacio García Hamilton (UCR) y José Brillo (Movimiento Popular Neuquino) apoyan la iniciativa.
El proyecto propicia, además, que la recaudación del IVA por la RFA se reinvierta en la red ferroviaria.
Fuente: diario La Nación, Buenos Aires, 6 de agosto de 2008.
