Jubileo 2025: cómo vivirlo al máximo

Es una forma de reiniciar nuestras vidas y esta es una oportunidad de hacer un borrón y cuenta nueva, de volver a empezar en muchas cosas, de poder enmendar sus pecados y de poder tener una vida nueva.

Por María Inés Adorni.- La palabra jubileo viene del latín júbilo, gozo. Es el inicio de un tiempo santo, en este caso de un año santo. Una alianza con Dios de amor. Los judíos cada cincuenta años perdonaban deudas, devolvían tierras en ese tiempo de jubileo. Ahora en nuestros tiempos es una forma de reiniciar nuestras vidas y esta es una oportunidad de hacer un borrón y cuenta nueva, de volver a empezar en muchas cosas, de poder enmendar los pecados y tener una vida nueva.

En el medioevo se comenzó a hacer una práctica de peregrinación, especialmente una peregrinación muy importante era a la Tierra Santa, en el santo sepulcro donde se encuentra la tumba de la resurrección, que se considera allí el lugar más santo del mundo, entonces el sueño y el anhelo de todo cristiano siempre fue el poder una vez en la vida visitar ese lugar, la gente tenía esa ilusión. Los musulmanes habían demolido pero los cruzados, finales del siglo XI, llegan allí y reconstruyen la Tierra Santa y empiezan a ayudar para que las personas vayan, pero después los cruzados fueron expulsados por los musulmanes y así se mantuvo hasta el siglo veinte con distintas formas pero siempre con muchos riesgos por las guerras. Entonces la gente tenía esta práctica de ir a la Tierra Santa pero en aquel tiempo no era solo llegar y tocar ese lugar sino que todo el viaje era caminar hasta encontrar el puerto, tomar el barco eran viajes larguísimos donde la gente exponía su vida y su salud, y era altamente probable que murieran en el intento, ponían en peligro su vida de una manera heroica para reiniciar sus vidas y después arriesgando la vida en tierras musulmanas, pero sentían que era una penitencia por sus pecados, de manera que la práctica era vista como una indulgencia plenaria que te perdonaba todos los pecados, casi como un nuevo bautismo.

Como recuperar la inocencia perdida y volver a nacer, pero estos lugares santos cada vez fueron más inaccesibles por lo inseguro a tal punto que se convirtieron imposibles de visitar. Debido a esto se empiezan a crear nuevos lugares de peregrinación, la peregrinación es un modo más profundo de cambiar la vida de la gente, un proceso, un camino largo donde la persona viaja, y en ese viaje, se desprende de su pasado, reflexiona, cambia el corazón, aprende a orar, es un cambio interior.

Entonces ese ideal del peregrino, la segunda opción es la tumba de los apóstoles, San Pedro y San Pablo. En la Basílica de San Pedro en Roma, tocar la tumba, y la otra que empezó a surgir es la de Santiago que está en Galicia. La gente empezó a hacer el camino de Santiago de Compostela.

A los que peregrinaban a Roma se los llamaban los romeros, las romerías, en grupo de gente que se ayudaban para ir a Roma y esto se volvió una práctica muy frecuente.

Y así llegamos a los siglos XII y XIV, se empieza a tener conciencia que ésta práctica le hace bien a las almas, entonces el Papa declara unas indulgencias especiales. Estas indulgencias especiales fueron llamadas un perdón especial, que peregrinen en tal fecha en tal lugar reciben un perdón especial, por ejemplo, el que se practica en el mes de agosto que se llama por ejemplo el perdón de Asís, en esos días quien visite un templo franciscano en alguna parte del mundo puede tener una indulgencia.

En 1300, el papa Bonifacio VIII declaró el primer Jubileo Católico de la historia. Un año santo, un año especial de gracia, donde se invitaba a la gente a peregrinar a la tumba de San Pedro y así reiniciar la vida de uno, era visto como salir de mi vida, hacer una pausa grande y cambiar toda mi dinámica de existencia y dejar atrás el pecado.

Primero se empezó a hacer cada 100 años desde 1300, después cada 50 años y con el tiempo y la influencia de la gente, el Papa decidió que se iba a hacer cada 25 años, para que a la gran mayoría de los seres humanos le tocara la oportunidad al menos de vivir un jubileo.

Para que todos puedan tener u reinicio y volver a la conversión, desde esas épocas hasta el día de hoy la Iglesia mantiene la práctica que cada 25 años hay un jubileo. En 2018 tuvimos el año santo y extraordinario de la misericordia proclamado por el papa Francisco.

Ahora explicaré lo que es la “puerta santa” y este será llamado “el de la esperanza”, el próximo será en 2033, donde se celebrará los 2000 años de la redención y será un año especial.

La práctica de la “puerta santa” los peregrinos llegan no solamente a Roma a esta práctica sacramental. Se han construido en las basílicas principales unas puertas que solamente se abren en ocasión del jubileo porque esta puerta hace referencia a una frase del Señor en el evangelio de San Juan capítulo 10, él dice” yo soy la puerta de las ovejas”, puerta del cielo, nosotros queremos entrar al cielo a través de Cristo y por Cristo. Es una puerta simbólica, la principal es la de San Pedro.

Este jubileo se inició en la Nochebuena de este año con la ceremonia de apertura hasta la fiesta de epifanía en 2026. Es un momento de ganar indulgencias, esa gracia para purificar mis pecados. La Iglesia pide una práctica que tenga indulgencia plenaria, segundo confesarse en el marco de una semana antes o después de esa práctica, comulgar y finalmente orar por las intenciones del Santo Padre. Hay que poner toda la actitud en el corazón, las indulgencias no son automáticas, tener la actitud correcta, arrepentido y desapegado del pecado. Deseo de cambiar y no pecar más.

Estas indulgencias sirven para pedir perdón de nuestros pecados y también en el Credo, cuando lo decimos es porque creemos en la comunión de los santos porque somos una familia que comparte la gracia unos con otros. También podemos ofrecer una indulgencia plenaria por un difunto y el mayor acto es ofrecer por esas personas.

Por primera vez en la historia el papa Francisco va a ser posible ganar en un día dos indulgencias plenarias por día, si las dos son para difuntos. Es lindo hacer esta práctica de misericordia. El Papa nos invita a ganar indulgencias, la primera es la peregrinación a los santos lugares. Hacer misiones populares de ir a predicar el evangelio, ejercicios espirituales, retiros.

Acrecentar el conocimiento del catolicismo. Visitar a los necesitados y enfermos, es como a visitar a Cristo. Llevarles cariño y afectos a esas personas. Penitencia de abstenciones banales, reales o virtuales. No perder el tiempo en medios de comunicación y de consumos superfluos. Ayuno. Donar una proporcionada suma de dinero a los pobres. Dice la escritura que la limosna cubre multitud de pecados.

Ayudar a los que más necesitan, esto es un acto de caridad, justicia, abrir oportunidades a otro, ese sacrificio de amor. Compartir los bienes que Dios me da.

Sosteniendo obras de carácter religioso o social, ayudando. Defensa y protección especialmente de la vida en cada etapa especialmente contra el aborto y la eutanasia, infancia abandonada, ancianos solos y necesitados.

El Papa premia a ayudar todo lo que sea indulgencias, esto debería ser una fotografía de una vida de un cristiano, pues debería ser por toda la vida. Dedicando una adecuada parte del tiempo libre a actividades del voluntariado. Dar nuestro tiempo y participar.

Los enfermos también pueden ganar indulgencias porque quizás no pueden salir de sus domicilios, los reclusos, monjas, éstos conseguirán las indulgencias con las mismas condiciones unidos a los medios de comunicación en las celebraciones. Estas son las maneras como se nos invita a esta práctica de las indulgencias.

Demos gracias a Dios por todos estos beneficios, Cristo rey ruega por nosotros, madre purísima ruega por nosotros. Amén.

Sembrando semillas de fe…

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