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Interrogantes sobre el proyecto para regular el suelo productivo

Frente al voluminoso proyecto presentado por el Ejecutivo, se consultó a distintos actores participantes del encuentro como concejales, profesionales, empresarios y productores. Aclararon que en general están de acuerdo y tienen que estudiarlo debido a la importancia del futuro para Rafaela; cómo afectará a los comerciantes ubicados en la ruta 34 cuando se habilite la variante y los problemas de anegamientos en el sector noroeste.

Por Emilio Grande (h.).- El intendente Luis Castellano firmó el jueves pasado el proyecto de ordenanza para la regulación de suelo productivo en el sector noroeste de la ciudad, con el objetivo de su tratamiento en el Concejo Municipal, que volverá a la actividad el lunes 31 de julio, y seguramente ingresará al cuerpo legislativo en los próximos días.

El proyecto del plan periurbano-rural (PPUR) del noroeste de Rafaela tiene 24 páginas entre los considerandos, el articulado de la ordenanza, los anexos con la clasificación de zonas (extensión económica urbana y programada, extensión económica interfaz, interfaz agro-económica, interfaz urbano-rural, interfaz agrodeportiva-turística, preservación rural no urbanizable, servicios urbanos, extensión urbana mixta y programada) y los planos.

En este contexto, este cronista consultó a distintos actores sociales presentes en el encuentro para conocer sus opiniones, en el que todos coinciden en la necesidad de avanzar con este proyecto, pero al mismo tiempo dejaron sus miradas con algunos interrogantes, especialmente porque desconocían el contenido del mismo, que se difundió durante el viernes.

El presidente del Concejo Germán Bottero opinó que “la ordenanza es totalmente necesaria para el uso del suelo industrial, logística, servicios, viviendas y una cuestión hidráulica que hay que resolver porque tiene una situación compleja. Todavía no leí el proyecto, el jueves lo firmó el Intendente, no sé si ya lo entregaron al Concejo. Más allá de nuestra opinión, vamos a consultar a los actores como el Centro Comercial, que está muy interesado que salga porque tiene que ver con el funcionamiento productivo; el Colegio de Arquitectos manifestó que no lo había visto y seguramente lo invitaremos a que den su punto de vista. Entiendo que no se va a demorar, pero tendrá una serie de reuniones sobre esta ordenanza tan importante antes de votarla; estamos de acuerdo, pero habrá algunos detalles que ajustar”.

El concejal Miguel Destéfanis expresó lo siguiente: “se dijo en la reunión estaba charlado y discutido con todos los actores involucrados, Centro Comercial e Industrial, Sociedad Rural, productores rurales, colegios de arquitectos e ingenieros, pero algunos tuvieron pocas charlas a lo largo del tiempo. Se pide que seamos rápidos desde el Concejo en votar esta ordenanza, sin olvidar el tiempo que llevó tratar los proyectos del código urbano y agroquímicos. Pregunté con quién tenían acordado un 70 u 80%, pero hubo silencio de Castellano y de los funcionarios Diego Martino y Diego Peiretti; fueron más los desacuerdos que lo acordado. Para mí, fue presentado a los apurones por los resultados electorales del domingo”.

Al respecto, el edil Lisandro Mársico optó por no opinar sobre el particular antes de leer el proyecto de ordenanza.

Por otro lado, Claudio Walter (presidente del Colegio de Arquitectos) remarcó que “cómo lo manifesté en la presentación, a nosotros nunca nos compartieron el proyecto por lo que aclaré que nuestra institución por el momento no acompaña por desconocimiento del mismo. Recién acabo de recibirlo vía Centro Comercial, son varias hojas y planos que nos llevará su tiempo analizar; si lo hubieran presentado antes y explicado sus fundamentos ya podría dar nuestra posición”.

Mirada empresarial

Sobre la postura del CCIRR, Hernán Heinzmann (vicepresidente 1º) dijo que “estamos de acuerdo en que se haga un proyecto debatido, sano, sin asperezas políticas en el contexto del año electoral; trabajarlo bien porque si le erramos vamos a cometer errores. No participamos en la elaboración del proyecto, solamente tuvimos algunas reuniones cuando pedimos información. Los concejales tendrán que analizarlo con sus equipos. Queremos que haya vinculación hacia la variante. Hay comercios que están sobre la ruta 34, donde no pasarán más los camiones y viven de la venta de repuestos y combustible, quienes se verán afectados, no saben dónde poder ubicarse e invertir; hay una incertidumbre muy importante. Lo mismo el sector de logística para traer y llevar la producción a la ciudad; se cayó dos veces la licitación del camino Nº 6 y el camino Nº 5 no está en condiciones para llegar a la variante. Necesitamos que se haga lo más rápido posible, pero que se tomen los tiempos necesarios para evaluar, consensuar y que estén todos los interesados (arquitectos, construcción, CCIRR) de acuerdo porque estamos hablando del futuro para Rafaela. Habría que haberlo presentado antes porque ahora estamos en un tiempo político, sin olvidar que en agosto se inaugura la variante de la 34”.

En este sentido, Gabriel Gentinetta (referente de la comisión de infraestructura del CCIRR) destacó que “apoyamos a fondo este proyecto para que salga, pero lo que expresa el mismo tenemos que analizarlo punto por punto. Estamos de acuerdo con que se le dé un estado parlamentario urgente para poner plazos y la obligación de tratarlo”.

Los dirigentes empresariales aclararon que si bien la entidad ha sido partícipe de algunas instancias de diálogo en los últimos años, no formó parte de la elaboración del proyecto en sí, por lo que manifestaron que resultará necesario garantizar un diálogo amplio, que contemple la mirada de todos los sectores productivos involucrados, así como también de las entidades que podrán aportar una visión técnico/profesional (arquitectos, ingenieros, agrimensores, entre otros).

Postura agropecuaria

Finalmente, la Asociación Civil Productores Unidos de Rafaela (también participó de la presentación) envió un comunicado: “Creemos que es uno de los caminos para dar respuesta a la problemática de un área con características topográficas particulares y que requiere de una necesaria articulación entre todos los actores del proceso. En esta instancia el Concejo tendrá la oportunidad de estudiar acabadamente la propuesta, escuchando a todos los interlocutores referidos, entre los que estará nuestra institución y sus representados”.

Y agrega: “Es determinante que cualquier desarrollo urbanístico contemple al entramado rural y que no prime el simple concepto de corrimiento del campo alejándolo de la ciudad. Para ello debe partirse de una clara escucha y acción sobre lo que el sector tiene por decir y exigir al trabajarse en varios casos sobre tierras productivas y en la mayoría sobre tierras de carácter privado. Es un proyecto a largo plazo de ejecución, creemos que debe beneficiar a todo el distrito y el área metropolitana, incluyendo las tierras rurales y urbanas, como así también la interacción con otras localidades”.

“Es imprescindible -continúa- dar solución a los problemas de anegamientos, pero sin partir del hecho de alejar la dificultad hacia áreas agropecuarias sino darle respuesta de fondo, asegurando que los sistemas hídricos no sean invasivos y que sean estudiados por el Concejo, sus asesores, los colegios de profesionales técnicos y otros especialistas en movimiento y escurrimiento de aguas. La urbanidad alguna vez fue campo y toda interacción debe ser estudiada, debatida y consensuada sin limitantes de tiempo sino con razonabilidad y proyección certera hacia el futuro. Así lo hacemos en el campo y confiamos que lo hagan nuestros representantes y la comunidad de la que formamos parte”.

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