Tras el desastre producido por las inundaciones del otoño pasado, los
apicultores santafesinos (que venían de capa caída luego de una magra
cosecha), se ocuparon de tratar de recuperar las colmenas que
sobrevivieron, y para ello tuvieron que apelar a tratamientos sanitarios
extraordinario y suplementación nutricional. Sin dudas, se trató de un
esfuerzo significativo, más aún cuando luego ocurrieron heladas y frío de
manera extraordinaria.
El gobierno provincial anunció una serie de medidas para acompañar a los
productores en esta tarea, y para ello estableció un subsidio destinado a
alimentación de las colmenas sobrevivientes (que se entregó, aunque algo
demorado), y otro subsidio por el 50% del valor ($50) por cada núcleo que
restituya una colmena muerta. Esto también se cumplió.
Una tercer promesa fue el subsidio de la tasa de interés de un préstamo a
otorgar por parte del Consejo Federal de Inversiones (CFI), por hasta
$15.000 por productor, siempre que cumpliera con requisitos básicos y un
plan que avale el destino de los fondos. Esta etapa no se cumplió por parte
del Gobernador Obeid, ya que aún cuando las carpetas correspondientes
superaron todas las instancias administrativas establecidas, el mandatario
no firmó el decreto en el que se establece el subsidio de la tasa de
interés.
Así, los productores (todos debidamente inscriptos y que cumplen con lo
establecido), ven peligrar la temporada ya iniciada, dado que no pueden
hacer frente al pago del restante 50% del valor de los núcleos de
reposición ($50), más los materiales como cajones, cera, combustible, mano
de obra y otros gastos emergentes de la operación apícola.
La zozobra crece día a día, pues además de lo avanzado de la temporada, se
aproxima la fecha de cambio de autoridades provinciales y,
consecuentemente, el riesgo de no acceder a lo prometido oportunamente.