“Acompañamos a los evacuados con alimentos y también en la escucha”

Testimonió el director de Cáritas de la diócesis de Concordia Pedro Sena, durante una entrevista en el programa “Sábado 100”. Ahora hay 170 familias (más de 600 personas), que están fuera de sus hogares en centros de evacuados o en algunos domicilios de familiares. Es la segunda inundación en cinco meses. Se puede ayudar a través de Cáritas Diocesana.
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Por Emilio Grande (h.).- Nuevamente, las inundaciones están haciendo estrago en el sur de Brasil y en la costa del río Uruguay, afectando a varis localidades, entre ellas Concordia con más de 600 evacuados, el segundo flagelo en 5 meses.

“Hace cuatro días que no tenemos lluvias y eso es bueno para todas las personas evacuadas y los ribereños. Lamentablemente, si sigue lloviendo aguas arriba va a seguir creciendo el río Uruguay y vamos a tener más evacuados. Ahora hay 170 familias, lo que equivale a más de 600 personas que están fuera de sus hogares en centros de evacuados o en algunos domicilios que le dan sus familiares”, testimonió el director de Cáritas Diocesana Pedro Sena, durante una entrevista en el programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1). El intermediario fue el obispo de Concordia Gustavo Zurbriggen, ex sacerdote del clero rafaelino, oriundo de Curupaity (departamento San Cristóbal)

-Frente a esta situación se formó el Comité Operativo de Emergencias (COE). ¿Cómo están trabajando con los evacuados?

-Hay muchas instituciones (Policía, Gendarmería, Prefectura, Guardia Urbana, Scout, Cruz Roja, Bomberos, Club de Leones, Cáritas Diocesana, entre otras) que trabajamos en red coordinados. Somos el voluntariado que salimos a acompañar a la gente que está evacuada para sostenerla no únicamente con lo alimentario sino también en la escucha, ver los chicos en la educación, acompañar a las mamás. La problemática que hay en los galpones que tienen hasta 30 familias alojadas de acuerdo al espacio.

-¿Cómo se hace el seguimiento específico con las personas afectadas?

-Hay un registro antes que el río llegue a los 14 metros, sabiendo cuántas personas se están por inundar y hay que evacuarlas. Durante este tiempo está el flagelo en cuanto a lo alimentario, lo sanitario, el frío, cómo contener a las familias y a los niños para que no pierden tantos días de clases. Luego viene el después cuando baja el río, también hay que tener presencia para higienizar todos los lugares. Cuando empezaron las inundaciones llovió durante mucho tiempo y se fueron mojando muchas cosas; por eso, se está pidiendo abrigos, colchones y el gasto que lleva su vivienda por todo lo que se va rompiendo por el paso de agua. En diciembre fue la última inundación que tuvimos, siendo un golpe tras otro.

-¿Qué hacen las autoridades frente a la repetición del problema y cómo trabajar en la prevención con una solución de fondo para que las zonas costeras no se vuelvan a inundar?

-Lo único que no podemos hacer es contener los cambios climáticos. Hay un trabajo de varios años entre la Provincia y el Municipio, más allá del cambio de gobiernos, para gestionar en las zonas inundables. Se hizo una defensa sur que contiene y evita que el agua siga subiendo a otros sectores de la ciudad, de lo contrario estaríamos hablando de 1.500 a 2.000 personas inundadas. Se trasladó mucha gente de “bajo cota 14”, porque con 12 metros ya estaba inundada, con la construcción de viviendas en distintos barrios durante varios años, con un trabajo arduo porque fueron reubicados a otros lugares lejos de donde se criaron con sus vecinos, donde hubo contención con psicólogos y psiquiatras, cambios de domicilios y también el traslado los animales.

-¿En qué ayuda la represa de Salto Grande?

-Se puso en funcionamiento en 1979 y nos regula para que no tengamos más agua porque aguas arriba está con 33 metros, que nos frenando el agua que viene porque si estaríamos al tope podríamos haber llegado en una semana en casi 15 metros y sería otra historia para contar. La represa es muy importante para frenar para que no nos inundemos, aunque algunos salen más damnificados que otros.

-¿Cómo está la ciudad de Salto en la costa uruguaya?

-No tienen viviendas tan cerca del río Uruguay. Nosotros tenemos una zona turística que es el puerto de Concordia, que cada vez está más precioso para disfrutar, pero cuando se sufre este problema hay muchas familias y negocios que son perjudicados. La última inundación duró mucho tiempo y ahora llevamos dos semanas, complejizando el no poder trabajar.

-¿De qué manera la gente puede colaborar?

-En Cáritas de la diócesis de Concordia, CBU: 0110212540021214423812, alias: dar.amar.ayudar, para depositar dinero en la cuenta bancaria. Lo que se recauda se lo asigna únicamente para la gente que está evacuada. En la sede de Cáritas, calle La Paz 831 de la ciudad de Concordia, se reciben de 9 a 12 y de 16 a 20 horas, alimentos no perecederos, agua, pañales, ropa de abrigo, frazadas, colchones y productos de limpieza, para ser distribuidas entre los que están registrados que realmente necesiten, porque a veces aparecen algunos “pícaros” que no están evacuados.

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