Por José Claudio Escribano.- La única manera de amenguar el estupor por ver al exvicepresidente Amado Boudou hablando en el acto de La Cámpora & Cía. en la Plaza de Mayo sería pensar que esa gente quiere secretamente perder las elecciones. ¿Por qué no, a la luz del estado calamitoso en que están dejando al país, que asusta a propios y extraños?
No hay otra explicación para la demasía de permitir que haya sido uno de los protagonistas centrales de la celebración del 17 de Octubre un hombre encausado por delitos cometidos mientras era la figura llamada a reemplazar a Cristina Kirchner en la Casa Rosada de haberse producido entre 2011 y 2015 alguno de los hechos previstos por la ley de acefalía. Si el paradigma del oficialismo ha cambiado contra las expectativas tan lógicas como naturales de la política, ¿adónde se dirigirá ahora el Frente de Todos? ¿En qué próxima esquina buscará estrellarse?
Las razones de la asombrosa tarde de este domingo no terminaron en aquel insólito episodio. Mientras todavía algunos descolgados especulaban con la posibilidad de que Alberto Fernández hablaría en la concentración de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, comprometida resueltamente con la política de los Kirchner desde hace tres lustros, criticó al Presidente. Menos de un mes antes de las elecciones, sus palabras deben haber hecho saltar de sus asientos a los expertos en campañas electorales, sin distinción de partidos.
Para quienes se babean con injurias permanentes contra el periodismo independiente o desafecto con el Gobierno, el fin de la curiosa jornada dejó reluciendo una vieja moraleja: ¿para qué buscas enemigos, si con los amigos te alcanza y sobra?
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