Por Emilio Grande (h.).- Este domingo se realizó un acto homenaje a Luca Bosio, miembro mentor y fundador de la hermandad entre Fossano-Rafaela, en la sala de sesiones del Concejo Municipal.
Estuvieron presentes el presidente del cuerpo legislativo Lisandro Mársico; los concejales Paz Caruso, Carla Boidi, Mabel Fossatti, Ceferino Mondino y Alejandra Sagardoy; Germán Bottero (secretario de Gobierno y Modernización del Municipio); el diputado nacional Roberto Mirabella; el obispo diocesano Pedro Torres; integrantes de las comisiones de hermanamiento de Fossano, Carcabuey y Sigmaringendorf; de la Asociación Cultural Piemontesa de Rafaela; entre otros.
Mársico remarcó que “es un homenaje al alma mater del hermanamiento entre Rafaela y Fossano, valorando su personalidad, la manera de trabajar, la simpleza, la simpatía, el don de gente que llegaba a todos; era simpático, dado y lo hacía de corazón. Después vinieron los viajes, los encuentros de familias, los vínculos con amigos, el intercambio de estudiantes, los profesionales que trabajan en empresas de Italia y Alemania. Luca lo hacía más fácil y sencillo, pero nos dejó a los 68 años. Hay que recordarlo como él era y lo llevamos en el corazón”.

Luego, se emitió un emotivo video sobre la vida de Luca, mostrando fotografías e imágenes audiovisuales con muchos rafaelinos amenizado con música, lo que provocó tantos recuerdos entre los presentes.
Bottero destacó que “hubo mucha gente que contribuyó al hermanamiento como Roberto (Mirabella), Doris (Beltramo), Carlos (Rosso), Railmelda (Restelli), Iván (Chianalino), estando a pocos meses de cumplir los 30 años; son procesos que primero fue con Sigmaringendorf, pero faltaba con los parientes de los descendientes, mi abuelo vivió cerca de Fossano, buscando las raíces, encontrar parientes, construir amistades, que se mantienen con la tecnología. Luca era un amigo, una persona de bien, era el motor del hermanamiento. También estuvo Ricardo Peirone como intendente para que se logre el objetivo. El desafío es cómo sostenerlo más allá de la emoción para darle otro contenido. Luca es merecedor de este reconocimiento con un sencillo y cálido recuerdo”.
En nombre de la comisión del hermanamiento, Carlos Rosso expresó: “hemos perdido un gran amigo, cuya lealtad, sabiduría y alegría nos iluminaba. Su presencia fue un faro para la hermandad y un verdadero mentor, aunque ya está en otra dimensión, su recuerdo será eterno por la historia y los hechos que pudo construir entre Rafaela y Fossano”.
Contó que “las relaciones humanas comenzaron hace 32 años, en la que también participaron Carlos Mondino y Ottavio Olivero. Luca Bosio fue una especie de embajador al abrir puertas en Europa, permitiendo el proyecto educativo cultural con el Politécnico de Torino y la UNRAF. Conoció la inmigración a través de los poemas de Mario Vecchioli y de Fortunato Nari, conociendo la historia, los barrios y la idiosincrasia de la gente. En 1996 vinieron 72 personas de Fossano. Hagamos que el pasado sea prólogo del futuro para seguir construyendo la hermandad y lograr en las siguientes generaciones la prosecución de esta noble relación con Italia. Tu ausencia deja un vacío grande, pero un valioso legado de amistad y recuerdos que nunca olvidaremos”.
Mirabella (autor de la ordenanza 2925 del hermanamiento de 3 de octubre de 1996) recordó varias anécdotas, citando también a Pilar Bruno e Irene Rainone para gestar la hermandad. “Empezó cuando Perotti era intendente en 1993. Como secretario privado empecé a investigar y conocimos a Michele Colombino (entonces presidente de la Asociación de Piemonteses en el Mundo), quien ofreció 3 localidades quedando firme Fossano. Carmelo Greco viajó a Fossano para entrevistarse con el sindaco Giuseppe Manfredi y le entregó una carta de intención. Después asumió Peirone como intendente y yo como concejal, estableciendo con Luca una relación desde el principio, quien también se involucró con el tratamiento de los residuos y la clasificación domiciliaria. Cuando vino la delegación de piemonteses en 1996 buscaron parientes y se pusieron hablar con piemontés y al año siguiente fuimos 149 rafaelinos a Fossano, con discursos en piemontés de Luis Peretti. Sigamos manteniendo vivo los hermanamientos para aprender de un mundo más desarrollado que nosotros”.
Luego, la celebración continuó en la Plaza Fossano del barrio 9 de Julio, donde se hizo el descubrimiento de una placa conmemorativa, que fue bendecida por el obispo Pedro Torres, quien aprovechó para hacer una memoria agradecida del pasado de lo que Dios nos regala, haciendo una oración por Luca Bosio que tanto bien hizo. “Hermanamiento viene de fraternidad, lo que pedía el papa Francisco; necesitamos ser agradecidos y tender puentes”, agregó.
Raimelda Restelli aprovechó para decir unas palabras, destacando los lazos fuertes de la hermandad que da fe de ello, citando un texto escrito por Irene Rainone, quien no pudo estar presente, también gestora desde el primer momento: “el legado más preciado es el de los amigos quienes con el tiempo fueron hermanos, entre ellos Luca Bosio, quien era inquieto, trabajador, servicial y alegre”, señaló.
Conviene recordar que Bosio fue uno de los gestores de la hermandad entre Fossano y Rafaela, y trabajó con entusiasmo junto con la Comisión del Hermanamiento para poder concretarlo. Murió el 29 de julio de 2024 a los 68 años en la residencia Sant’Antonio de Cuneo, dejando un legado cultural en las ciudades hermanadas de Fossano y Rafaela. En la sesión ordinaria del 28 de noviembre de 2024 había recibido un primer homenaje en el Concejo Municipal.