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Hay diversidad de miradas sobre la asistencia alimentaria en Rafaela

Para el Rotary Club Rafaela Oeste y el Ministerio de Educación, la demanda de alimentos aumentó un 20% en los últimos meses. El Municipio y Cáritas Diocesana sostienen que la ayuda no varió. El RCRO asiste a más de 30 instituciones con 8.400 beneficiarios. En 29 establecimientos escolares se da 7.453 raciones de copas de leche y 1.631 en comedores. El Estado local entrega 2.060 viandas y 4.300 refuerzos alimentarios. Cáritas asiste a 70 familias con bolsones y talleres.

Por Emilio Grande (h.).- Hace unos días, el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) difundió una investigación, mostrando el aumento de la pobreza a nivel nacional del 44,7% en el tercer trimestre de 2023, al 49,5% en diciembre de 2023 y al 57,4% en enero de 2024: el 12,7% en cuatro meses. Es el nivel más alto de la serie iniciada en 2004, cuando fue del 54%.

Por este motivo, este cronista investigó si en Rafaela se mantiene la misma ayuda alimentaria o tuvo un incremento en los últimos meses en los comedores, las copas de leche, las instituciones intermedias y el Estado municipal.

A decir verdad, las fuentes consultadas fueron dispares sobre la información brindada respecto a este grave problema social. De todas maneras, la demanda de alimentos en comedores comunitarios e instituciones sociales aumentó alrededor de un 20%, según estimó Silvana Gramaglia, vicepresidente del Rotary Club Rafaela Oeste y presidente del comité de servicios a la comunidad.

En el Centro de Distribución del Rotary, que funciona desde 25 años, actualmente en calle Zeballos 274, “hemos notado un notable incremento en la demanda, tanto de las instituciones que asistimos regularmente (porque ellos tienen más pedidos y menos recursos), como de comedores y copas de leche que se forman en los barrios y las iglesias, en espera de asistencia social”.

Y agregó: “Nos contactan también particulares y entendemos la problemática acuciante que nos plantean, pero tratamos de derivarlos a los centros barriales que les corresponden para que tengan un mejor seguimiento y contención. Sostenemos que no sólo se trata de dar un alimento -en el que somos un eslabón en la cadena- sino del trabajo social que se puede y se debe asociar”.

Asisten a las siguientes instituciones: Asociación Civil Barbiana, Asociación Civil Somos Uno, Asociación Roca Fuerte, Asociación Civil Vistiéndonos de Sol (Chiquilines e Hijo Pródigo), Cáritas, Casa del Adolescente, Casita del Niño Camino de Esperanza, Fundación El Ceibo, Fundación Su Refugio, Hogar Don Orione, Hogar Magdalena de Lorenzi, Nazareth, Rafaelinos por la Vida, Rellenitos de Amor, entre otras, que beneficiaban a unas 7.000 personas, pero desde diciembre hasta ahora la demanda creció en un 20%.

Además, “colaboramos con clubes deportivos que brindan contención social, escuelas, comedores y copas de leche barriales, vecinales e iglesias. Son entre 30 y 60 instituciones u organizaciones que reciben en cada entrega, dependiendo de la cantidad de alimentos que dispongamos al momento”.

“Entre diciembre y enero distribuimos 2.772 litros de leche larga vida, 31.012 yogures y 1.004 kilos de mercadería no perecedera, recibidos parte en donación, parte en merma de productos de góndola que por su presentación no puede ser comercializada y parte adquirida con fondos propios”, graficó la dirigente social.

También se indagó cómo está la situación en los comedores y las copas de leche de los establecimientos escolares de Rafaela. Al respecto, la secretaria de Gestión Territorial Educativa del Ministerio de Educación Daiana Gallo Ambrosis aclaró que “tuvimos que hacer el informe de setiembre a diciembre donde aumentó un 20% porque en enero y febrero baja la matrícula de la asistencia a los comedores y las copas de leche debido a que están en receso”.

En un cuadro comparativo se observa que las raciones de las copas de leche fueron 7.269 en setiembre y aumentaron a 7.453 (+2,53%) en diciembre, y en los comedores se pasó de 1.357 raciones a 1.631 (+20,19%), que se brindan en 29 establecimientos de nuestra ciudad: los jardines Federico Froebel, Alfredo Williner, Aurora Borda Fredes, Olga Cossettini, D’Agostino, «28 de Mayo»; las escuelas primarias Coronel Aguirre, Sarmiento, Colón, Villa Podio, Angela de la Casa, Brigadier López, Paul Harris, Lisandro de la Torre, Perón, López y Planes, Don Tomás, Madre Teresa de Calcula, Languier, Angela Peralta Pino, José Pedroni, 25 de Mayo, Libertador San Martín; las escuelas especiales Melvin Jones, Discapacitados Auditivos, Formación Laboral, APADIR; la secundaria Alicia Cattáneo; y el Centro Educativo Nivel Primario Adultos.

Mirada municipal

Para la actual gestión municipal, que asumió el 10 de diciembre pasado, “en los últimos 3 meses hasta la fecha no se incrementó el porcentaje de ayuda en los 2 centros de asistencia alimentaria de la ciudad y la ayuda a los merenderos sigue siendo la misma”, destacó el secretario de Desarrollo Humano y Salud Gabriel Cáceres.

Sin embargo, remarcó que “estamos teniendo más pedidos para ingresar y haciendo un relevamiento técnico. Ningún proceso se cambió aún y estamos evaluando cada uno”.

El funcionario municipal precisó que en el Comedor San Agustín entregan 2.060 viandas (pollo, verdura e hidratos) en los barrios Zazpe (CIC), Barranquitas (Jaime Ferré y Perussia) y 2 de Abril (Vecinal). En la Oficina de Asistencia de calle Santos Vega 435 brindan 4.300 refuerzos alimentarios (caja con productos secos) en la segunda quincena del mes. Al mismo tiempo, asisten a 29 comedores y merenderos, que se financian con insumos del Comedor San Agustín, de la Oficina de Santos Vega y cerca del 30% con un aporte económico municipal.

En este contexto, hace varios meses que se habrían reducido los aportes municipales de alimentos (por ejemplo, de 70 kg de arroz se bajó a 30 kg), especialmente en los comedores y las iglesias de los barrios periféricos más vulnerables, según informaron fuentes confiables.

Finalmente, fue consultado el párroco de Suardi Mauro Canalis (vicepresidente de Cáritas Diocesana): “en las parroquias hicimos un relevamiento, donde se observa que en los últimos dos meses no hay grandes pedidos, a excepción de algunos lugares, pero no es mucha la cantidad que aumentó y no tiene relación con el aumento de los valores nacionales del 44% al 57%”.

“En todas las parroquias -sostuvo- no se recibe ayuda del Estado, sino que son las donaciones que realiza la gente en los templos parroquiales y en Cáritas Diocesana, donde se ayuda con bolsones y talleres a unas 300 familias en el territorio diocesano (departamentos Castellanos, San Cristóbal y 9 de Julio), de los cuales 70 familias son de Rafaela. En algunas parroquias en vez de recibir dinero para darle a los más necesitados disminuyó la cantidad de donantes. Tratamos de ser lo más fiel posible, según la demanda de la gente. Los comedores se transformaron en talleres promocionales”.

Canalis aprovechó para decir que la cuaresma “es un tiempo para aportar y ayudar a la solidaridad en los momentos más necesitados de la gente. Que lo hagan a través de las instituciones como Cáritas y las parroquias, despertando más la solidaridad y la compasión con los demás, como puede ser un vecino, y no juzgar en todo caso”.

Más allá de los números, el grave problema de la pobreza vino para quedarse a la Argentina. ¿Seguimos anestesiados frente a tantos rostros humanos o nos arremangamos para atenuar una de las deudas de 40 años de democracia? La mayor responsabilidad la tiene la dirigencia en todos los niveles sociales para buscar soluciones de fondo y, en menor medida, los habitantes que deben convertirse en ciudadanos para contribuir a combatir esta problemática social.

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