Los dirigentes y productores de la leche de Santa Fe advirtieron a los gobiernos provincial y nacional que el sector se encuentra en la antesala de otra crisis que puede derivar en lo que pasó en los años 2001-2002.
Hace unos días realizaron asambleas en cuatro lugares diferentes de la provincia: Suardi, Cañada Rosquín, Esperanza y Rafaela. En nuestra ciudad precisaron dos cosas: la falta de previsibilidad de parte del Gobierno y la continuidad de las retenciones por otros 180 días: el 15% en la leche en polvo y el 10% en los quesos.
Por ahora no decidieron realizar protestas ni medidas de fuerza, pero buscarán presionar al gobierno de Obeid y dejaron en claro que si no se toman medidas a tiempo se está en la puerta de otra crisis como hace cuatro años atrás. Además, los santafesinos intercambiarán ideas y propuestas con sus pares de las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, para decidir los pasos a seguir.
Recordemos que las retenciones a la lechería -también existen para la carne y granos- fueron impuestas por el gobierno de Kirchner en julio de 2005, con el argumento de una mejor distribución a los sectores más desprotegidos, pero en realidad siguen “metiendo” la mano al campo, mientras que en otros lugares del mundo los productores reciben subsidios. ¿Qué paradoja? ¿No habrá un proyecto para aplicar retenciones a los políticos?
Lo llamativo es la posición del gobierno provincial en este problema puntual. El año pasado cambió el discurso: primero estuvo en contra de las retenciones impuestas por la Nación y luego las justificó, a tal punto que el mismo Obeid evitó concurrir a la fiesta de la Bagna Cauda en Humberto I para no escuchar críticas de los productores.
Ahora, ante los pedidos de los dirigentes lecheros para que la Provincia reclame la eliminación de las retenciones, el ministro de la Producción Roberto Ceretto admitió que “si hacemos este reclamo nos cortan la chequera para Santa Fe”.
Al respecto, el dirigente de Fecet Gustavo Colombero dijo que “el gobierno provincial no se ha jugado por los productores y dice que las directivas son del gobierno nacional y no pueden oponorse a ese lineamiento”.
Para buscar atenuar un poco el clima hostil de la producción, el Gobierno presentó el proyecto “Tambero 6”, que es una línea de crédito a tasa subsidiada en compensación a las retenciones. ¿Para qué impulsan este crédito si no hay reglas de juego claras y tampoco hay previsibilidad?
Además, no se cumplió la promesa de que con la plata de las retenciones se iban a realizar caminos ripiados y arreglar los que están en mal estado. El Gobierno está en deuda con la palabra empeñada.
Emilio Grande (h.)