Por Emilio Grande (h.).- El problema de las cotorras es histórico pero a decir verdad se está tornando preocupante entre los productores de la región por sus consecuencias entre los cultivos, como así en las poblaciones, sumado al problema de las palomas.
«Dentro del grupo de aves plaga en esta región están las cotorras y las palomas (la torcaza mediana)», expresó el ingeniero agrónomo Jorge Frana, quien cuenta con una vasta trayectoria en nuestra ciudad y la zona, siendo entomólogo (estudioso de los insectos) e investigador del INTA Rafaela, en una entrevista con este cronista.
-En el caso de las cotorras, ¿cuáles son las regiones en que se mueven?
-El problema de la cotorras abarca desde el centro de la provincia de Buenos Aires hacia el norte del país, pero con un grado variable, a veces están localizadas en algunos lugares y en otros no. Hay distintos grados de perjuicios: hay muchos productores que le causan daños, pero dentro del contexto prácticamente es imperceptible. Si el cultivo de maíz está bien armado y tupido, el daño de la cotorra refiere a las dos o tres hileras de los bordes, pero si el cultivo tiene manchones en su interior con déficit de números de plantas y muy raleado entonces ahí las cotorras te hacen un estrago.
-¿Qué otros cultivos son afectados?
-El número uno es el girasol porque detectan los aceites que tienen y es fundamental para que después formen, por medio de glándulas que tienen en su organismo, una grasitud que le sirve para aceitar las plumas de todo el cuerpo, rechazando la humedad o el agua en los días de lluvia. También son afectados el maíz, el sorgo, la soja en emergencia pero si está «agranado» es muy difícil.
-¿Dónde hacen los nidos?
-En el caso de las cotorras hacen nidos en sitios elevados, siendo los eucaliptos los preferidos, torres de antenas, en la ruta 34 de Sunchales al norte las columnas de teléfonos que van al lado de la vía todas tienen su nido, también en las torres de alumbrado siendo una queja constante en la EPE.
-En la ciudad de Rafaela hacen nidos en las torres de iluminación y con el pico dañan los cables, produciendo cortes de luz ¿es así?
-Puede ser, de hecho por el tipo de pico que tienen las cotorras provocan algún tipo de daños en el cable; por cierto es una preocupación.
-¿Hay que convivir con las cotorras o combatirlas con fumigación?
-Hay dos alternativas. Se deben hacer intervenciones para disminuir el daño de las aves plaga, haciendo acciones concertadas para que el daño sufrido por cada uno de los productores sea mucho más bajo que el que recibiría uno solo. En el caso de las estructuras de las comunicaciones de las ciudades ahí hay que lograr una acción concertada para disminuir el efecto de esas poblaciones, siendo nada fácil porque hay que consensuar muchas acciones y repetidas en el tiempo.
-¿Cuáles son las acciones en la zona rural?
-Que los productores de la misma región congenien una fecha de siembra unificada, para que el momento de la granazón del girasol en vez de tener un lote de 25 ha la suma de la oferta de cada uno de esos lotes de todos los productores sea 5.000 ha de manera que el daño por superficie será disminuido.
Otras son utilizar híbridos que sean menos apetecidos por las aves, que la densidad de siembra sea la correcta que no se permitan espacios vacíos, que las plantas tengan una buena nutrición de fertilizantes para que sean de tallos gruesos y no vuelquen.
-¿Cómo atenuar su presencia en pueblos y ciudades?
-Hay que usar la combinación de métodos auditivos, visuales y periódicamente tirar abajo los nidos o inyectar aceite quemado dentro del nido para para que promueva el asfixiado de los embriones que están dentro de los huevos; son técnicas probadas a nivel mundial de bajo impacto, que lograría ir reduciendo las densidades poblacionales, pero la tasa de recolonización o el rearmado del nido es muy rápido; por eso las acciones tienen que ser concertadas y revisadas, por ejemplo, si tiramos abajo el nido hoy y volvemos al año, te aseguro que al mes otra vez hicieron el nido…
«Son destructoras, ruidosas, insoportables, invasoras»
Otro de los consultados sobre el problema que generan las cotorras en las zonas rurales y las poblaciones fue Amílcar «Kuky» Carena, colaborador de LA OPINION y defensor de los animales y del medio ambiente.
«Son destructoras, insoportables, ruidosas, invasoras, haciendo desastres en los cultivos, por ejemplo en el sorgo cortando la base de la panoja donde están las semillas, como también en el girasol que se cuelgan de la torta y la tiran abajo comiendo el 1% de las semillas en ambos casos el resto lo desperdician. Se pierden millones de dólares por la destrucción de las cotorras», confesó a este cronista del diario.
Y agregó: «hacen los nidos tipo conventillos porque viven 3 o 4 familias en lugares altos e inaccesibles como los eucaliptos y las torres de iluminación, cortando los cables de la luz. También invaden las plantas del jardín y los frutales como ciruelas, duraznos, higos, damascos, cortando los tallos para ensayar el uso del pico, y destruyen toda la parte superior».
Aprovechó para hacer una comparación risueña, expresando que «las cotorras son como los ‘okupas’, invaden en los nidos de los cachalotes, unos pájaros con un canto hermoso como las calandrias o los cardenales, y los vuelven locos hasta echarlos…».
Ante la consulta sobre qué hacer para atenuar el impacto medioambiental, el consultado aclaró que «el Estado municipal y provincial deben hacer algo al respecto y no mirar para el costado, porque son generadores de mayores problemas que los negruchos de calle Alvear».
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 7 de setiembre de 2017.