Por Hugo Alconada Mon y Alejandro Casar González.- El escándalo de los sobornos en el mundo del fútbol conocido como “FIFAgate” sigue vivo y, esta vez, expuso por completo al ex presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Humberto Grondona. El banco suizo Julius Baer admitió ante la Justicia de Estados Unidos que “lavó al menos US$ 25 millones para Grondona provenientes del pago de sobornos que recibió a cambio de los derechos de televisión de las Copas del Mundo de 2018, 2022, 2026 y 2030, como así también otros torneos”, según surge de la documentación que el Departamento de Justicia presentó ante una Corte Federal de Nueva York.
La entidad suiza también reconoció que tras la muerte de Grondona en julio de 2014, dejando a tres hijos (Liliana, Julio y Humberto), también desarrolló operaciones de lavado en la Confederación Helvética (Suiza) y Estados Unidos para tres herederos del otrora mandamás del fútbol argentino.
Julius Baer fue más lejos. Como parte del acuerdo que firmó con el Departamento de Justicia de Estados Unidos admitió que sirvió de canal para el lavado de millones de dólares destinados a los entonces presidente y tesorero de la Conmebol, Ricardo Teixeira y Sergio Jadue, respectivamente, quienes también presidían las asociaciones de Brasil y Chile.
Como parte de su acuerdo con las autoridades estadounidenses, la entidad suiza acordó pagar más de US$ 79,6 millones, entre multa y decomiso, y someterse a un proceso de control y auditoría durante los próximos tres años. La jueza federal con asiento en Nueva York, Pamela Chen, convalidó el acuerdo tras escuchar a los abogados del Julius Baer, como también a funcionarios del Departamento de Justicia, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y el organismo tributario de ese país (IRS).
Como parte de ese acuerdo, Julius Baer detalló que Alejandro Burzaco y otros ejecutivos de la empresa Torneos y Competencias SA crearon dos sociedades pantallas (FPT Sports SA y Arco Business and Developments Ltd) con las que abrieron cuentas y subcuentas en Suiza.
Con ese entramado ya dispuesto, Burzaco y otros acordaron pagarle a Grondona, como titular de la AFA y vicepresidente de la FIFA, cerca de US$ 30 millones por los derechos de televisación de los mundiales. De esos fondos, y a través del ejecutivo argentino de ese banco, Jorge Luis Arzuaga, giraron US$ 25 millones a una subcuenta de FPT Sports.
“El propósito de colocar los fondos en una subcuenta, en vez de en la cuenta principal”, explicaron ante la jueza Chen, “era esconder los fondos, al mismo tiempo que le permitía a Torneos recibir resúmenes bancarios –que pudiera mostrarle al Oficial del Fútbol N° 1- para confirmar que los pagos se habían hecho”. A lo largo de los documentos que presentaron ante la Justicia, los investigadores aluden a Grondona de ese modo: “Oficial del Fútbol N° 1”. Pero aportan los indicios suficientes para identificarlo. Entre ellos, detallaron que presidía la AFA, que falleció el 30 de abril de 2014 y dejó tres herederos.
En esa línea, el Julius Baer precisó que Grondona se reunió con Arzuaga en repetidas ocasiones para darle instrucciones sobre cómo invertir los fondos depositados en esa subcuenta. Y tras su muerte, detalló, giró en noviembre de ese año más de US$ 16,5 millones a otra cuenta en el mismo banco a nombre del primero de sus herederos, apoyado en “contratos fraudulentos” para los que contó con la ayuda de Torneos.
En marzo de 2015, en tanto, el banco giró otros US$ 8 millones a través de una cuenta corresponsal en Nueva York hacia otra cuenta en otro banco suizo para el segundo heredero de Grondona. Y para entonces, Arzuaga ya había colaborado con su tercer heredero para abrir otra cuenta en el banco y aprobar el depósito de tres cheques de la FIFA.
Las revelaciones, sin embargo, no se agotan allí. El banco también admitió que canalizó los sobornos vinculados a los derechos de televisión de las copas América, Libertadores y Sudamericana para múltiples ejecutivos del fútbol continental. Entre ellos, para Grondona y varios otros que identificó por sus nombres:
- Eugenio Figueredo, presidente de la Conmebol y de la Asociación Uruguaya de Fútbol, con “al menos” US$ 2 millones;
- Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol y de la Asociación Paraguaya de Fútbol, sin detallar el monto preciso.
- Marco Polo del Nero y José María Marín, presidentes de la Confederación Brasileña de Fútbol, con “al menos” US$ 3,9 millones;
- Romer Osuna, boliviano miembro del comité de auditoría de la FIFA y tesorero de la Conmebol, con US$ 600.000;
- Sergio Jadue, vicepresidente de la Conmebol y presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile, con US$ 400.000.
Tras detallar que tanto Burzaco como Arzuaga negociaron con los investigadores y declararon sobre los delitos cometidos a cambio de una reducción de sus condenas, los documentos presentados ante la Corte de Nueva York detallan que los argentinos dueños de la firma Full Play, Hugo y Mariano Jinkis, también participaron en estos acuerdos delictivos. Ambos se encuentran en libertad, en la Argentina, luego de que en 2016 el juez federal Claudio Bonadío rechazó extraditarlos a Estados Unidos.
Los documentos
Comunicado del departamento de Justicia de Estados Unidos
Primer documento (PDF, en inglés)
Segundo documento (PDF, en inglés)
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/