«Nunca pensaba llegar a los 90 años», confió Francisco José «Pancho» Curletto, quien festeja su cumpleaños rodeado del afecto de la gente del Hogar Geriátrico «San Francisco de Asís», de avenida Mitre y España.
Y agradeció a sus padres (Teresa Mandrile y José) por el don de la vida. Además de él nacieron otros cuatro hijos, sus hermanos. Tuvo 12 sobrinos y recibe la visita de Martha Scandolo (vive en Rafaela) y Realdo Scandolo (actual presidente comunal de Raquel), entre otros.
Recordó a una revista que hablaba sobre cómo vivir 100 años, pero aclaró que «es lindo llegar con un poco de salud».
Es una persona muy sencilla, a tal punto que ayer no esperaba que le sacaran fotos. Le preguntó a Gustavo Conti si conocía al fotógrafo del mismo apellido (Oclides, su padre).
Durante la entrevista, siempre estuvo de buen humor, vestido como siempre, con camisa mangas largas, camiseta blanca, pantalones de vestir y alpargatas. Se ayuda con un bastón para desplazarse.
Hace un poco de régimen en las comidas, suele salir a la vereda de avenida Mitre para contemplar el mundo y afirma que lo tratan bien en el actual lugar donde vive. «A muchos ya los conocía de antes», precisó, quien antes ya había estado viviendo en el hogar Saint Charbel.
Su edad no le impide levantarse a las 7, almuerza a las 12, duerme un poco de siesta y cena a las 20. Contó que lee mucho entre diarios, revistas y libros de religión -«tengo algo guardado», afirma-, reza el rosario todos los días y ve muy poca televisión. También tiene oportunidad de disfrutar de muchas actividades físicas y recreativas. La fiesta se la harán con los otros cumpleañeros del mes, a fines de marzo.
«Es un santo», comentó una de las empleadas a este cronista.
Sacristán en San Rafael
Es muy recordado en nuestra ciudad en los tiempos que fue sacristán durante unos 53 años en la parroquia San Rafael, que luego fue elevada a Catedral en 1961. Llegó en 1948 en reemplazo de Secundino Porporatto.
De aquellos tiempos fue recordando a los sacerdotes José Marozzi (luego fue obispo de Resistencia), Juan Sudic (croata, escapado de la Segunda Guerra Mundial), Italo Distéfano, Aldo Marchesini, José y Ovidio Tacca, Idelso Re, entre otros.
Realizaba distintas actividades en el templo, como sonido, limpieza, liturgia, pero su vida era muy solitaria y comía solo en la cocina.
Nació en la localidad de Galisteo (departamento Castellanos) el 14 de marzo de 1917 pero fue anotado en Ataliva porque no había un Registro Civil, recordó con una memoria admirable.
Realizó estudios primarios en la escuela rural Lainez, que continuó en Humberto I en la escuela parroquial y finalizó en la escuela fiscal de Lehmann en 1930. Luego hizo estudios sacerdotales durante 5 años (de 1931 a 1935) en el seminario de Guadalupe de la ciudad de Santa Fe, pero después dejó porque «me sentía cansado». Además, trabajó en el Hospital Cullen de la capital provincial y realizó el servicio militar en San Lorenzo (cerca de Rosario).
En un campamento de la Acción Católica tuvo la oportunidad de conocer a Vicente Zazpe, quien luego fue el primer obispo de la diócesis de Rafaela (1961-1968) y arzobispo de Santa Fe (1968-1984).
Emilio Grande (h.)
Fuente. Fue publicado en el diario La Opinión de Rafaela, 14 de marzo de 2007.