La comunidad católica de Rosario recibió con dolor la noticia del fallecimiento del reconocido sacerdote José Ceschi OFM, ocurrido el sábado 16 de octubre a sus 80 años.
Al momento de su muerte, el religioso franciscano se encontraba internado en la ciudad de Rosario a causa de un ACV sufrido en julio y un posterior ataque convulsivo, a fines de agosto, mientras residía en la Casa de las Siervas del Señor.
Sus restos fueron sepultados en el Cementerio Conventual de San Lorenzo.
Fray José Ceschi nació el 9 de enero de 1941 en La Penca, provincia de Santa Fe. Tenía once hermanos, siete mujeres y cuatro varones; dos fallecieron a temprana edad y una hermana menor partió en enero del año pasado.
Realizó parte de sus estudios primarios y secundarios en el colegio franciscano de San Lorenzo y a los 16 años hizo el noviciado y a los 21 la profesión perpetua. En el Convento de San Lorenzo realizó sus tres años de Filosofía y los cuatro de Teología. A los 23 años, el 18 julio de 1964, fue ordenado sacerdote de la Orden Franciscana, en una ceremonia que tuvo lugar en la ciudad de Rosario y a la que asistieron sus padres y hermanos. Dos de sus hermanas y tres tías también habían elegido los hábitos religiosos.
En una entrevista al diario El Norte de San Nicolás, en 2013, contó: «Mi sueño estaba en marcha, me esperaba un mundo de cambios, pleno Concilio Vaticano II, la crisis de los misiles en Cuba, el asesinato de Kennedy y una Argentina ya marcada por los desencuentros sociales y económicos».
Enseñó Teología durante dos años en el seminario de San Lorenzo, estuvo cinco años en Roma para realizar el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Antonium, además de estudiar idiomas en Francia e Inglaterra. Desde allí comenzó a ser corresponsal de diarios rosarinos y revistas.
Una vez en la Argentina, estuvo cinco años en Buenos Aires, de los cuales tres transcurrió en una pequeña comunidad de Belgrano. Enseñaba entonces Teología en la Universidad del Salvador y en la Facultad de Medicina.
Luego se radicó en Rosario, donde dio clases de Teología en la Facultad de Ingeniería y después de un tiempo fue a Corrientes y allí permaneció nueve años. Allí empezó a escribir para los diarios locales. El periodismo fue su pasión. De hecho realizó cursos a distancia en la Argentina y presenciales en Europa.
Su apostolado tuvo entonces una inclinación hacia lo literario. Sin embargo, ya desde el año 1966, cuando viajó a Roma para hacer el Doctorado en Teología, publicó su primer artículo en letras «de molde».
Cuando estuvo en Buenos Aires se vinculó con católicos que ejercían el periodismo en distintos medios y participó en encuentros del Club Gente de Prensa.
Su legado
Escribió más de 2.000 artículos que fueron publicados en páginas de los diarios de varias provincias del país, entre ellos «La Opinión» de Rafaela y “El Liberal” de Santiago del Estero.
Durante sus años en actividad fue distinguido varias veces por su labor social y cristiana difundida a través de micros radiales reproducidos por un centenar de emisoras y mensajes televisivos que se transmiten por 40 canales (entre ellos Canal 13 de Santa Fe). Esas transmisiones con su meditada palabra son un bálsamo para el espíritu y una pausa para la reflexión.
En Corrientes, estuvo mucho tiempo a cargo del cierre de la programación de Canal 13 con un mensaje reflexivo. Además, fue párroco del convento La Merced y consejero del colegio Nuestra Señora de la Merced y en el instituto Pelletier.
Fuente: https://aica.org/