Por Emilio Grande (h.).- «España camisa blanca de mi esperanza/ reseca historia que nos abraza/ con acercarse solo a mirarla» (1996), canta la española Ana Belén…
A decir verdad, nuestra madre patria a la que nos une no solamente el idioma, sino también muchas costumbres y culturas, y de la que nos independizamos hace más de 2 siglos, conserva y contiene ciudades, lugares, monumentos y templos emblemáticos.
Por empezar, la capital madrileña tiene monumentos, edificios e iglesias para ser visitados, como el Palacio Real, el Museo del Prado, la Catedral de la Almudena con su cripta construida en un luminoso estilo neorrománico, la Plaza Mayor, la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá, entre otros, como así también un centro en el que conviven la historia con el presente en sus calles enmarañadas y grandes avenidas como la Gran Vía con amplias veredas y decenas de negocios heterogéneos, para todos los gustos…
Otro lugar muy hermoso es Toledo, que se encuentra 72 km al sur de Madrid, ciudad con una vida cultural-religiosa como pocas, con sus calles y murallas medievales con más de 2 milenios de antigüedad, compartiendo las tres religiones monoteístas: el cristianismo con su Catedral Primada que se empezó a construir en 1226 y otros templos, pasando por mezquitas del siglo X y XI, y sinagogas del siglo XIII.
Si giramos hacia la costa del nordeste español se encuentra la ciudad de Barcelona, capital de la región de Catalunya, teniendo actualmente una coyuntura por demás de compleja porque sus políticos, con el apoyo de buena parte de la población, buscan separarse del centralismo madrileño. Son muy localistas con la lengua catalana, primero en la cautelaría callejera y luego en español y otros idiomas.
Más allá de esta realidad, tiene también sitios bonitos como la basílica de la Sagrada Familia que empezó a construir el arquitecto Antonio Gaudí en 1882, actualmente continúan sus trabajos y según dijeron estaría terminada para el 2026, ante la consulta de este cronista.
Una de las particularidades es que está enclavada frente al mar Mediterráneo con playas para disfrutar del sol y el agua, siendo la más céntrica la Barceloneta, siendo muy común que las mujeres de todas las edades hagan «topless» (práctica que se repite en otras playas europeas). Para los futboleros está el Camp Nou, el estadio del Barcelona donde juegan los argentinos Messi y Mascherano, uno de los más grandes del mundo con capacidad para más de 100.000 espectadores.
Muy cerca se encuentra una ciudad muy bonita fundada antes de Cristo: Girona (Gerona), estando partida por el río Oñar con sus casas y puentes entre el casco histórico (están la Catedral de Santa María que empezó su construcción en el siglo XI, baños árabes, un barrio judío, museos, calles angostas y empedradas, escalinatas interminables) y el sector moderno.
REALIDAD ACTUAL
Al observar la coyuntura española la encuentra con un sistema político integrado a la Unión Europa, una economía que crece al 2% anual, una tasa de desempleo del 18% y una inflación anual menor al 2%.
Más allá que hay determinados productos caros como en cualquier lugar del mundo, una nota diferencial es que los precios de los alimentos y de la vestimenta en los supermercados y en las grandes tiendas son más baratos si se comparan con los de Argentina. Por ejemplo, una botella de 2 litros de las tradicionales gaseosas sale 1 euro (acá casi el triple), hay vinos de 2 o 3 euros (promociones de 2 vinos por 5 euros), el pan lactal 0,70 euro, la pata de jamón (se come mucho y están los tradicionales museos del jamón, bares para comer un sandwich y tomar algo) de entre 20 y 40 euros, entre otros.
Otra característica para destacar son los servicios públicos en las ciudades medianas y grandes, en donde están conectadas las estaciones de trenes, buses, metros, permitiendo al usuario ganar tiempo y seguridad para dirigirse de un lugar a otro. En Madrid, los colectivos urbanos se inclinan para que puedan subir los pasajeros, tienen aire acondicionado y en las paradas hay carteles electrónicos que indican la demora que hay para tomar el próximo bus…
En materia de educación superior, las universidades públicas cobran una matrícula anual de entre 1.500 hasta 8.000 euros. Esto se suma a la limpieza callejera, el respeto por el peatón en las esquinas, las autopistas en todo el país… y se podría seguir analizando y comparando, pero nuestro país no está solamente lejos de Europa en cantidad de kilómetros sino especialmente en infraestructura y educación…
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 4 de julio de 2017.