“Es un tiempo de misericordia, esperanza y ensanchar el corazón”

Destacó el obispo Torres en la apertura del año jubilar. Presidió la ceremonia de este domingo en la Catedral San Rafael, partiendo en procesión desde bulevar Roca y Colón. “Cuántas veces también nosotros lo perdemos a Jesús”, agregó en relación al evangelio. El año santo en otros lugares de la Diócesis.

Por Emilio Grande (h.).- Este domingo, fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, en la Catedral San Rafael desbordada de gente el obispo diocesano Pedro Torres presidió la apertura del año jubilar en nuestra Iglesia particular, al igual que lo hicieron en las diócesis de todo el mundo, luego de la apertura de la “puerta santa” de la Basílica de San Pedro, el 24 de diciembre, dando inicio el papa Francisco a la celebración del Jubileo ordinario del año 2025, convocado mediante la bula “Spes non confundit”.

Previamente, en bulevar Roca y Colón fue iniciada la procesión con antorchas y velas con las intenciones recogidas en el Sanatorio Moreno y la Clínica Parra, peregrinando hacia el templo mayor de la Diócesis, donde al llegar se detuvo en el atrio con un momento de oración frente al Cristo de la entrada colocado hace 80 años.

Luego ingresaron al templo la columna encabezada por el el Obispo hacia la pila bautismal para hacer el recuerdo del bautismo y después en el rito de aspersión con agua bendita por los pasillos del templo.

El obispo diocesano bendijo con incienso el altar y la cruz, durante una ceremonia concelebrada por los sacerdotes Alejandro Mugna (párroco de San Rafael), Alejandro Sola (párroco de Sagrado Corazón), Hugo Barbero (párroco de Susana), Gustavo Lubatti (párroco de Clucellas), Nery Zbrun (párroco de San Vicente), Antonio Grande (párroco de Guadalupe, Frontera), Roberto Barón y Alexis Cardo.

Al final de la misa, Pedro Torres bendijo una imagen de la Virgen de Guadalupe que va a recorrer las 36 parroquias de la extensa geografía diocesana.

“Es un día y un tiempo de alegría, de ahí viene la palabra júbilo; qué gracia poder iniciar un tiempo de misericordia, de esperanza y de ensanchar el corazón. Los que peinan canas recordarán los jubileos de 1975 y 2000; este es otro jubileo ordinario, un tiempo donde la misericordia de Dios se derrama. Sintámonos felices de haber cruzado la puerta de este tiempo de gracia”, expresó Torres durante la homilía.

Y agregó: “Qué impactante es la palabra de Dios, es fuente de esperanza que nos dejemos tocar, iluminar, consolar, alentar por una lectura orante de la palabra que marque la vida, nos transforme el corazón, que María guardaba en su corazón, como dice el evangelio de hoy. Pidamos la gracia de escuchar. El Santo Padre esta mañana en el Ángelus nos decía que María y José son modelo de familia porque entre ellos dialogaban y lo escuchaban, aunque a veces no terminaban de comprender a Jesús”.

Más adelante, el titular de la Diócesis mencionó el evangelio de hoy: “después de tres días los padres comenzaron a buscar a Jesús entre los parientes y conocidos, y como no lo encontraron volvieron a Jerusalén en busca de él. Cuántas veces también nosotros lo perdemos a Jesús, cuántas veces nos damos cuenta después de un tiempo que hemos estado caminando sin él; volver al templo, a la familia, a la palabra para encontrar y conocer a Jesús, quien hizo 30 años de silencio en Nazaret, donde crecía en sabiduría, estatura y gracia delante de Dios y de los hombres”.

“Este año jubilar -añadió- es un año para crecer en sabiduría. Toda la celebración nos habla con el gesto de peregrinar, de caminar juntos, sínodo llamó la Iglesia, de renovar el bautismo, de descubrir la cruz de aquel que me amó y se entregó por mí como fuente de vida nueva. Las oraciones, los signos, hoy todo nos habla de esperanza, reencontrar a Jesús como María y José, que es camino, verdad y vida; él es nuestra esperanza y nos reveló que Dios es familia y comunión”.

Finalmente, Torres señaló que “por el bautismo esa trinidad habita en nosotros. A monseñor Zazpe (primer obispo de la diócesis de Rafaela) le gustaba decir que Dios se hizo hombre para que los hombres lleguemos a ser hijos de Dios, somos hijos en el Hijo; cada hombre es mi hermano. La comunión familiar tiene que enseñar a vivir en el abandono de hijos, en la confianza de ser cuidados, no somos huérfanos, me tiene que enseñar a vivir la fraternidad, que es el gran desafío del siglo XXI. La esperanza que estamos buscando en Jesús tiene raíces”.

En otros decanatos

Al mismo tiempo, el Obispo dispuso que se inicie solemnemente el año santo en los siguientes lugares:

*En el decanato 1:

-Parroquia “Santa Juana Francisca F. de Chantal” de Villa Minetti el 1 de enero a las 20:00 horas.

-Parroquia “Nuestra Señora de la Merced” de Tostado el 5 de enero a las 20:00.

-Parroquia “San Cristóbal” el 5 de enero a las 20:00.

*En el decanato 2: Parroquia “Asunción de María Santísima” de Arrufó el 5 de enero a las 20:00.

*En el decanato 3: Parroquia “San Carlos Borromeo” de Sunchales el 1 de enero a las 20:00.

*En el decanato 5: Santuario “Virgen del Milagro” de Saguier el 5 de enero a las 20:00.

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