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“Es tan cierto que al enseñar fundamentalmente se aprende”

Destaca Guillermo Sáenz. Se jubiló hace unos días luego de más de 40 años dando clases de Historia. “Para mí la educación es una pasión”, agrega. Fue funcionario provincial y municipal. Sigue vinculado al dar clases en la UNRAF y la UCSE DAR.
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Guillermo Sáenz en el Instituto del Profesorado de Rafaela (foto D. Camusso).

Por Emilio Grande (h.).- El 20 de setiembre fue el último día de trabajo de Guillermo Sáenz como director y profesor en el Instituto Superior del Profesorado Nº 2 “Dr. Joaquín V. González” de Rafaela, donde estudió el Profesorado en Historia y trabajó desde 1979. En su muro de Facebook agradeció a directivos, colegas, personal administrativo, asistentes escolares, alumnos, familiares y “a Dios, Nuestro Señor, que me regaló esta vocación maravillosa que hizo que mi vida fuera mucho más plena y un poco más feliz”.
También trabajó en las escuelas medias de Vila, Ramona, Mario Vecchioli y EEMPA de Rafaela, fue funcionario provincial en las dos gobernaciones de Carlos Reutemann en los cargos de director de Enseñanza Media, Enseñanza Superior y Enseñanza Privada. Fue secretario de Educación municipal en la gestión del intendente Luis Castellano (2011-2015). En su formación académica, además estudió la Licenciatura en Gestión en Instituciones Educativas en la UCSE DAR y la Maestría en Didáctica Específica en la UNL.
¿Cuál es el balance de tu profesión con más de 40 años en la docencia?
Siempre me concentré y me dediqué a esto, no hubo interrupciones en el trabajo educativo, hace 43 años que desarrollo la misma actividad en lugares distintos. Si bien en un período de 13 años no continuos me alejé del aula porque he cumplido otras funciones, la última en la Secretaría de Educación del Municipio, reteniendo un par de cátedras de modo de no perder el vínculo con mi trabajo porque para mí la educación es una pasión y me gusta hacer como a vos con el periodismo. Esta experiencia se nutre en instituciones muy diversas, empecé a dar clases en localidades vecinas, haciendo dedo y con horarios de colectivos complicados para llegar al lugar del laburo, trabajé muchos años en una escuela de enseñanza para adultos (EEM PA) en Rafaela (funciona en la Moreno) de la que tengo un recuerdo muy entrañable. Unido a la experiencia política, me permitió construir una visión medianamente completa de lo que debiera ser el sistema educativo. En los últimos años me concentré en el trabajo que más me gusta el de la formación de formadores, como trabajar en un instituto dónde se forman los que van a enseñar; el éxito de una reforma educativa está en la calidad y la inversión donde se forman los recursos humanos. En 1985 la Iglesia Católica redactó el documento “Educación y proyecto de vida” para el Congreso Pedagógico, convocado por el presidente Alfonsín, teniendo un apartado donde los obispos dicen que la clave de la educación está en la calidad de sus recursos humanos y nunca será suficiente lo que se invierta en este campo. No tuve conflictos o situaciones humanas difíciles o graves con estudiantes y colegas, más bien recibí grandes enseñanzas de mis alumnos; de qué modo potente es cierto que el que enseña fundamentalmente aprende, es un repensar algo que yo creía que sabía de modo cerrado y no está cerrado para nada.
¿Y cuáles fueron las sombras?
Siempre fue una dificultad muy grande tener mucho trabajo que necesitaba por razones familiares cuando era más joven, me colocaba en una situación de no poder atender con una mayor dedicación todo lo que tenía que hacer y sigue siendo un problema de los profesores actualmente. ¿Cómo hago un seguimiento minucioso al tener 300 alumnos por semana con 10 cursos y un promedio de 25 alumnos para tomar contacto personal? Me hubiera gustado tener menor cantidad de horas de clases para dedicarle un mayor tiempo humano y de estudio. También haber iniciado antes algún estudio específico que pude hacer un poco más grande, el caso de la maestría en didáctica, dónde está la clave para poder enseñar eficazmente, habiendo cursado entre 2008-2012.
Viviste épocas de cambios en el plano político desde la dictadura hasta distintos gobiernos democráticos, ¿cuáles fueron los avances y retrocesos en la educación?
Desde que volvió la democracia, Alfonsín produjo una gran discusión educativa con el Congreso Pedagógico, era joven conversaba mucho con el padre Carmelo Greco (murió el 7 de enero de 2014) para participar del mismo, respondiendo que «si estás dispuesto hacelo». Fui coordinador en Rafaela, delegado provincial y el cuarto delegado nacional al Congreso en la ciudad de Embalse Río de Tercero; esa experiencia me dejó una gran enseñanza con un debate de la educación que queríamos. En ese camino me parece muy buena la ley de educación de 2005 que tuvo el mérito de incorporar la obligatoriedad de la escuela secundaria, aunque falta reglamentar y mejorar muchas cosas. Nuestros principales problemas educativos no son normativos y fue importante haber derogado la ley federal de la época de Menem que respondió a una visión economicista y tecnocrática inapropiada para la Argentina y cualquier país que quiere desarrollarse seriamente. La educación como proceso necesita un nivel de inversión más grande del que tiene, pasando del discurso a la acción, y hacer esfuerzos para que vaya pudiéndose concentrar en su función instruccional, que la está perdiendo porque a los docentes le pedimos que se ocupen de una tarea asistencial, que viene a cubrir cosas que la familia no está pudiendo hacer.
Hubo cambios de paradigmas en la enseñanza desde el pizarrón con tiza hasta la tecnología, ¿cómo te adaptaste?
Pertenezco a una generación que somos conscientes y disfrutamos del cambio tecnológico. Para recordar hacía mis apuntes y planes de trabajo con una máquina con carbónicos, yo estudié sin fotocopias y en los primeros años que yo daba clases pedía fotocopias para algunos temas y se usaba más el libro. Luego este cambio con la digitalización de los procesos comunicacionales, una manera muy democrática de producción y distribución del conocimiento que hoy no está en la escuela, perdió ese monopolio y está en muchos otros lugares. A los de mi generación nos costó un esfuerzo grande superar esa brecha y hay mucha gente que me ayuda todavía; uso el aula digital, me comunico con los estudiantes mediante whatsapp o chat.
Te jubilaste y empieza otra etapa en tu vida, ¿tenés otros proyectos?
El 31 de octubre de 2018 gané un concurso en la UNRAf como profesor de Historia Argentina en la Licenciatura en Relaciones del Trabajo, desde el 2006 soy docente de Historia en la carrera de Abogacía en la UCSE DAR. Tuve que hacer un trámite especial para que la ANSES reconozca mis aportes y la Provincia me otorgue el beneficio, facultando a continuar solo en la función docente hasta los 70 años. Tengo algunos estudios que debo completar y me gustaría escribir algunos artículos para comunicar modestamente una experiencia que acredité. También este año volví a dar 3 módulos de Doctrina Social de la Iglesia en la UCSE, que es una pasión personal al estudiar el pensamiento social cristiano.

Fuente: diario Castellanos, Rafaela, 30 de setiembre de 2019.

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