El anuncio hecho ayer por el presidente Kirchner es demagógico, ya que la supuesta deuda externa es de unos 140.000 millones de dólares y al FMI se le pagarán solamente 10.000 millones. El resto, unos 130.000 millones corresponden al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al Banco Mundial (BM), a Estados (España, por ejemplo) y a acreedores privados (bonistas).
Los humanistas denunciamos desde 1984 que esa supuesta deuda es ilegítima, ilegal, inmoral e injusta y pagarla es reconocerla como válida. Por otro lado, nadie sabe explicar con precisión cómo se constituyó ni en qué se usó el dinero «prestado» originalmente, durante la dictadura de 1976 a 1983.
Las decisiones sobre endeudamiento externo son de exclusiva competencia de la Cámara de Diputados, pero decide el Poder Ejecutivo a causa de las facultades extraordinarias, cedidas en más de una ocasión por los mismos congresales. Los humanistas siempre nos opusimos al abuso de poder que implican esos «superpoderes» y los decretos de necesidad y urgencia que son la forma con que se reemplaza a las leyes.
La medida proclamada ayer con bombos y platillos por Kirchner no resuelve ni atempera los graves problemas de la desocupación, la indigencia ni el deterioro creciente de los sistemas de salud y de educación públicas, que afectan a la mayoría de los argentinos. Se le paga al FMI, como siempre, indignamente, con hambre, con enfermedades, con analfabetismo y con el desamparo de nuestro pueblo, porque con esos diez mil millones de dólares se podría mejorar notablemente la salud, la educación y además crear empleos, pero el gobierno prefiere cumplir con los mandatos de EE.UU. y entregar un tercio de nuestras reservas monetarias.
El Partido Humanista propone en su plataforma de gobierno, la suspensión del pago de capitales e intereses de la supuesta deuda externa y la creación de una comisión para investigar su origen, entre otras medidas de fondo.
Es mentira que «se paga la deuda»
El Partido Humanista emitió un comunicado por el anuncio presidencial de pagar la deuda al FMI.