Encuentro ecuménico en el predio de la Rural

Hablaron el obispo Luis Fernández, el pastor evangélico Marcelo Becla y el tesorero de la institución Gabriel Reimondez.

Con la presencia en el encuentro ecuménico del obispo de la diócesis de Rafaela Luis Fernández, se pidió por una comunidad más justa, que atienda a quienes más lo necesitan, pero que también trabaje por el ambiente, para hacerlo más limpio, aludiendo a palabras del propio papa Francisco.

En la misma línea se dirigió a los presentes el pastor evangélico Marcelo Becla.

El tesorero de la institución Gabriel Reimondez fue el encargado de brindar un mensaje final, que incluyó la invitación a recordar la oración por la Patria.

A continuación se comparte el mensaje pronunciado por Fernández:

Qué bueno que en la palabra de Dios, La Biblia que tiene  miles de años, la volvamos a escuchar hoy, en la Rural de Rafaela, que nos decía: “Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y pensamientos de ustedes.” (Isaías 55, 9).

Qué lindo ver a Dios, que vive lo que hoy nosotros estamos viviendo en la Rural, el encuentro del cielo y la tierra, ese eterno horizonte que tiene como marco cada uno de nuestros días en el horizonte santafesino de los campos y ciudades, donde cada amanecer y atardecer no se distinguen el cielo y la tierra, en una armonía y cordialidad de existencia que no se disputa ni se divide sino que en cada amanecer y atardecer, se unen en la unidad y en la ternura del cielo y la tierra, donde el campo con su gente su sembrados y cosechas, y el cielo entregando el sol y la lluvia que dan vida, hacen a la mujer y al hombre vivir agradecidos, con la laboriosidad y la dicha de la familia.

Esta oración ecuménica, donde todos tienen cabida, acercan las distancias, hace la cultura del encuentro, haciendo lo que hoy La Rural es un signo que con su convocatoria llena de esperanza.   

Nos decía recién Dios, que “su palabra saliendo de su boca no vuelve a él estéril, sino que realiza todo lo que quiere, cumpliendo la misión que yo le encomendé” (Isaías 55, 11). Lo que más desea Dios, es que su creación, salida de sus manos sea “cuidada”, porque es lo que ayuda a la salud humana y trae verdadera paz a la humanidad. Cosa fundamental cuando hoy está en juego la salud de nuestro planeta, por eso esta muestra Rural nos enseña a valorar y apoyar todo, no solo lo que es el campo, fundamental para el alimento de millones de personas, sino también para maravillarnos de la inclusión y unidad de lo tecnológico y la relación central de la vinculación de la presencia de la ciudad, con su comercio e industria, educación y salud en una relación de respeto y diálogo, de arte  y cultura, donde todos en diversidad pueden expresarse y vivir como hermanos.

Cuánto bien hace, cuando se está en defensa de la Tierra y del ser humano, para que no sea desfigurado, explotado o degradado, sino que la humanidad disfrute de la inmensa belleza y se pueda vivir con dignidad.

En medio de estos tiempos difíciles de pandemia nos hemos dado cuenta que ya no hay mucho tiempo para esperar, hay que actuar para preservar a las futuras generaciones.

Dice el papa Francisco, “que cuando el hombre se considera el señor del universo, y no su administrador responsable, cuando deja de reconocer su legítima posición en relación con el mundo, justifica todo tipo de despilfarros, tanto ambientales como humanos, y trata a los demás y a la naturaleza como meros objetos”.

Hoy esta muestra rural nos ayuda a comprender que todo está conectado, y que como familia rafaelina, debemos tener una preocupación común que también es procurar entre todos que el medio ambiente sea más limpio, más puro y se conserve.

Nos acaba de decir la palabra de Dios: “Ustedes saldrán gozosamente y serán conducidos en paz, y vivirán en la alegría, aplaudirán todos los árboles del campo, en lugar de zarzas, brotarán cipreses, y claveles en lugar de ortigas, será una señal eterna que no se borrará” (Isaías 55, 12-13).

Sigamos recorriendo esta muestra de una sociedad, que desea vivir con responsabilidad con las futuras generaciones, tomando decisiones concretas, que no pueden dejarse para mañana, porque de lo que se trata es proteger la casa común, la dignidad de todo ser humano y abrirse a un mundo nuevo que tenga un corazón lleno de esperanza anhelando y creyendo en una humanidad más fraterna y cordial, capaz de hacer posible, así como hoy en esta Rural la palabra de Dios nos habló de la unidad del cielo y la Tierra, hagamos posible una humanidad más fraterna y solidaria. Amén.

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