Como estaba previsto el jueves a la noche abrió sus puertas la Sala Luis Remonda del Centro Ciudad de Rafaela recibiendo a los numerosos participantes de una exposición muy particular, ante un éxito de público.
Desde una gigantografía en tamaño natural el protagonista, Juan Carlos Deambroggio, recibió a los presentes y expresó su reconocimiento a sus amigos a través de una serie de textos personales impresos en papel original de su Galería Ahrus.
La curadora de la muestra Norma Fenoglio explicó que el conjunto de obras seleccionadas se desarrolla en torno a un pensamiento del director del Museo de La Boca, el artista Víctor Fernández, quien expresó “Juan Carlos fue el único marchand amigo de los artistas”. Especialmente destacó la importancia de Juan Carlos y su galería Ahrus para la trascendencia cultural de nuestra ciudad a nivel nacional, hecho destacado por el Fondo Nacional de las Artes al designarlo delegado regional.
En un párrafo del texto escrito por Fernández, incluido en el catálogo da testimonio de esa afirmación al expresar: (…) “Suele suceder que vistos desde lejos, algunos espacios, personas o sucesos ocurridos en Buenos Aires adquieren ribetes míticos. Con Juan Carlos y su galería, sucedía al revés: no había encuentro porteño de artistas, en el que no se hablara de aquel Rafaelino espacio de culto que todos deseaban conocer.”

Por su parte, la presidente del Centro Ciudad de Rafaela Virginia Tessio agradeció a los presentes su participación en el homenaje a un hombre de la cultura que también fue miembro de la comisión directiva de la institución.
El momento más emotivo de la presentación lo brindó Susana Valenti, ubicada en el público, quien sorpresivamente alzó su magnífica voz con “Honrar la vida”, con un gesto simple invitó a cantar y todos los presentes cantaron al unísono el verso final.
Como testimonio, reafirmando el pensamiento de Fernández, desde Buenos Aires llegaron Norberto Russo, su esposa Blanca y Eugenia Cincioni, como demostración del afecto entrañable a su amigo Juan Carlos. Gesto que se potencia en el caso de Russo y su esposa, de 91 y 93 años respectivamente.