El vuelo de las monarcas
Llegan oblicuamente,
casi sin desearlo.
Nacen enormes, crecen pequeñas.
Son la metáfora de la piel.
Dónde la piel es la metáfora del deseo.
Repletas de humanidad,
las monarcas en vuelo,
han encontrado su lugar
en tu espalda tan gloriosa como esquiva.
Se robustecen empequeñeciéndose,
su norte siempre es ascendente,
atravesar la llanura inacabable de tu omóplato.
También su norte
es un viaje sin hojas de ruta,
que necesariamente
ha de extraviarse tras otras huellas,
sin perder camino,
porque el camino,
nos es revelado imprescindiblemente unívoco,
aunque no lo podamos saber.
Adán Costa Rotela
Primavera de 2.012
Santa Fe capital