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El titular de la Rural rafaelina exigió al Gobierno «madurez y profundidad»

Además, el presidente de la Sociedad Rural, Juan Imvinkelried, pidió que deje de lado "las actitudes de intolerancia y autoritarismo".

El presidente de la SR exigió al Gobierno «madurez y profundidad»

Además, le pidió que deje de lado «las actitudes de intolerancia y autoritarismo».

Luego de agradecer la presencia de funcionarios, directivos y público en general, el presidente de la Sociedad Rural, Juan Imvinkelried, tal la costumbre en cada inauguración oficial de la Expo Rural de Rafaela, inició su mensaje. No tuvo fuertes agravios, pero sí marcó la posición del sector agropecuario y por supuesto hizo algunas críticas al Gobierno nacional.
Algunos de sus conceptos fueron los siguientes:
«Nos encontramos reunidos en torno a esta tribuna, en un acto tan tradicional como trascendente.
«Desde este palco, que hoy me toca en suerte ocupar, se canalizaron reiteradamente las voces genuinas de nuestro productores durante nada menos que 100 años.
«En octubre de 1907, don Carlos Mognaschi iniciaba este saludable ejercicio de proclamar con convencimiento profundo, a viva voz, y para quien quiera escuchar, cuál era la situación del campo en nuestra zona.
«Durante décadas, se sucedieron los nombres, y los dirigentes no perdieron su coraje y entereza, y mucho menos su capacidad de trabajo.
«Nuestra muestra nació, se desarrolló y creció al ritmo y en la medida en que la ciudad y la región progresaban. Y se configuró como el acontecimiento anual, que por su trascendencia y participación, resultara la cita obligada de productores, empresarios y políticos.
«Este logro, que hoy nos toca festejar, no hubiera sido posible sin el apoyo constante de la gente que colma cada año el predio y estas tribunas, deseosos de ver, escuchar y palpitar lo que nuestro campo, la industria y el comercio tienen para ofrecer.
«Las puertas de nuestra Rural estuvieron siempre abiertas para aquellos con ansias de participar, de luchar, de trabajar… Fueron muchos los que multiplicaron sus esfuerzos para que la institución y su exposición fueran una prueba certera de que el campo no baja los brazos. Por eso llegamos a concretar 100 exposiciones.
«Los expositores se diversificaron, los números crecieron, la tecnología cambió la manera de hacer las cosas… Ciertas costumbres se reemplazaron, las posibilidades ampliaron los horizontes, sin embargo, trabajo y palabra siguen con el mismo significado.
«Esa es la fórmula esencial de nuestra Expo: ser la vidriera privilegiada del trabajo de los distintos sectores y validar un lugar fuerte desde el cual reclamar, peticionar, proclamar logros y analizar fracasos.
«Con orgullo y honra sincera ocupo hoy este estrado para continuar el legado de los que me antecedieron: exponer con transparencia y firmeza las cuestiones de nuestro campo.
«Es por eso que manifestamos que el sector agropecuario continúa atravesando una difícil situación. Nuestra cuenca lechera, la más importante de Latinoamérica, ha recibido un tremendo castigo. El flagelo de la inundación ha provocado una marcada caída de la producción y el cierre de gran cantidad de tambos. Desde esta entidad rápidamente convocamos al Gobierno provincial para que saliera en auxilio de los productores afectados. Esa ayuda llegó, quizás no con la dimensión y rapidez que la situación demandaba, pero es digno reconocer el esfuerzo del Ministerio de la Producción de la Provincia, que le tendió una mano al productor ante tan difícil situación».
Unos párrafos más adelante el presidente de la Sociedad Rural de Rafaela remarcó que «la importancia que estas economías regionales tienen para los pueblos y ciudades del interior, no es vista ni comprendida por nuestros gobernantes. Sólo basta recorrer el interior del país para conocer lo que significa la producción de leche y carne para Santa Fe, el algodón y la ganadería para Chaco y los cítricos para el Litoral.
«Los productores venimos trabajando en la Mesa Provincial de Lechería, y a través de esta, junto a las demás provincias lecheras y entidades madres en la llamada Mesa Nacional de Política Lechera en la cual la producción siempre, con gran dedicación y capacitación, ha elevado propuestas, alternativas y mecanismos que aseguran el paso de una histórica lechería, -donde los productores hemos sido eternamente el sector castigado- a una lechería previsible y sustentable en la que todos los eslabones de la cadena se vean beneficiados, desde el productor hasta el consumidor.
«Dichos mecanismos prevén la nivelación entre el mercado interno y externo de manera tal que se asegure el abastecimiento del primero y, en la medida que crezca la producción, aprovechar los excelentes precios del mercado internacional, asegurando poder ofrecer a la población productos básicos a bajos costos y otorgándole al productor la actualización del precio de la materia prima de acuerdo al ajuste de los mercados.
«Todo esto ha sido acordado y firmado con la industria lechera en el llamado grupo lácteo, pero no ha sido puesto en marcha. Es por eso que exigimos la rápida acción de la Secretaría para que esto suceda, y evitar de esa manera que ocurra lo que históricamente sucede, que cuando sobra un litro de leche, automáticamente se provoca la brusca caída del precio de la materia prima con la consecuente destrucción del sector productivo. Velar por el cumplimiento de los acuerdos logrados es una obligación cívica y moral de quienes nos gobiernan, de otra manera se ven frustrados todos nuestros esfuerzos tendientes a lograr una lechería previsible y sustentable.
«La falta de una política seria, a largo plazo y con un objetivo definido ha puesto a nuestra ganadería en un estado terminal desalentando la inversión, desaprovechando las inmejorables condiciones de un escenario mundial demandante de alimentos con excelentes precios internacionales, obligando a nuestro país a resignar espacios en el mercado internacional que son aprovechados y festejados por nuestros competidores».
Los conceptos más duros del titular de la entidad ruralista rafaelina fueron puntualizados más delante cuando mencionó que «para aquellos que manejan las políticas agropecuarias es fundamental entender que el reclamo de nuestro sector es justo y absolutamente beneficioso para el país. Si al campo le va bien al país le va bien. Sólo basta con ver el efecto multiplicador de una cosecha de 95 millones de toneladas, que se concreta aún con los graves inconvenientes como el vender la cosecha de trigo a valores muy por debajo de los internacionales, a consecuencia de la cartelización inducida desde el Gobierno».
Después de mencionar la preocupación por la falta de combustible y la escasez de energía y con el agregado que no se consiguen fertilizantes, semillas y agroquímicos, que son los elementos básicos para producir, Imvinkelried exigió al Gobierno nacional «madurez y profundidad, dejando de lado las actitudes de intolerancia y autoritarismo».
Lo que siguió hasta el final del discurso, tuvo que ver con cuestiones con otros logros, como la formación de Acsagen (Asociación Civil Santafesina de Genética Lechera), el curso El Profesional Tambero, la puesta en marcha del Plan Piloto de Laboratorios, destacando además el rol que viene cumpliendo el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial).
El cierre fue para agradecer a «todos los luchadores, a los hombres apasionados de todas las décadas, a los productores que fueron sucediéndose, a los colaboradores inclaudicables, a todos los empleados, a los atentos asistentes que una vez al año, durante nada menos que un siglo, acuden a nuestro lugar para confirmar que el campo vive, produce, gesta, sufre, trabaja, y continúa apostando a la construcción de un país digno para nuestros hijos».

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