El salario le gana al dólar

Tiempos complejos para la economía argentina, de reconfiguración de reglas. La inflación se disparó pero el dólar se tranquilizó, en tanto los salarios buscarán recuperar terreno al menos en los sectores más dinámicos.

Por Guillermo Briggiler.- En un mundo rodeado por noticias desalentadoras vamos a buscar la parte medio llena del vaso. Este año vamos a observar que la tendencia será que los salarios, ajustados por paritarias, superarán al valor de crecimiento del dólar. Esto es debido al aumento que se va a ir logrando en las negociaciones salariales, las cuales tendrán en discusión la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en relación a la suba de precios. En otras palabras, los aumentos de sueldo por paritarias seguirán a la inflación.
Por otra parte, el dólar está mostrando un aumento mucho menor a la inflación, por lo que podemos decir que los salarios subirán más que el dólar este año. Esto es muy distinto a lo que ocurría en la conducción económica anterior y por ello es tan importante que entendamos las nuevas reglas económicas que nos rigen y pensemos diferente a lo que veníamos haciendo años atrás.
Atención, los salarios vencen al dólar, pero difícilmente superen a la inflación. Sin embargo, al subir frente al dólar, es lo mismo que decir que en Argentina los salarios aumentan en términos de moneda extranjera. Teniendo en cuenta la gran devaluación sufrida a fin del año pasado, lo que va a ocurrir en 2024 es un aumento en dólares de los salarios que iniciaron el año. Hay que tener presente que esto también que esto muestra un cambio en la forma de realizar ahorros, ya que no convendría comprar dólares como en el pasado, sino buscar opciones que ajusten por inflación, para mantener el poder adquisitivo.
La sentencia del título es válida para los salarios de los empleos formales, mientras que, los prestadores de servicios, monotributistas y otros trabajadores independientes, deberán buscar formas de defenderse de la inflación, a éstos les recomendamos pactar aumentos de sus servicios en bimestres. La suba de todos los meses puede generar inconvenientes en las relaciones con quienes los contratan y hacerlo en mayores plazos, por ejemplo semestralmente, les generaría un perjuicio muy grande en los ingresos.
Los empleados del sector informal y los planes sociales difícilmente logren acompañar la inflación ya que no poseen paritarias y tienen poco poder de fuego para defenderse. Caso aparte son las jubilaciones, que se ajustan según la pobre fórmula de actualización colocada en el gobierno anterior y cuya modificación estaba en la fallida ley ómnibus.
La clave de todo está en el índice de inflación, este pasado miércoles se dio a conocer el de enero, 20,6%, de aquí podemos rescatar que es menor que el del mes anterior (diciembre 25,5%), considerando que diciembre registró la cifra más alta en mucho tiempo. Pero, si la tendencia de reducción continúa mes a mes, demostrará que la nueva gestión económica y política va por el camino correcto, destacando que consiguió promesas de inversiones extranjeras, disminución de la emisión monetaria, ligera reducción de la inflación, acumulación de reservas en el BCRA y un déficit público muy reducido y superávit primario. Todo esto el país ya lo está cosechando en la suba de bonos argentinos y en las acciones en el exterior que en promedio subieron un 20% en dólares desde el cambio de mandato en diciembre.
El desafío es mantener el tipo de cambio a niveles actuales, mientras se reduce la inflación mes a mes. Tengamos presente que la gran brecha entre el dólar oficial y las cotizaciones libres reflejaba una inconsistencia estructural en la macroeconomía, pero ahora, con un Banco Central que dejó de financiar al Tesoro, equilibró las cuentas públicas y ajustó el balance del BCRA, no se necesita un tipo de cambio real tan elevado.
Es clave que la inflación baje en los próximos meses, y ya vemos una desaceleración en los incrementos de precios, producto de la fuerte recesión y la caída del poder adquisitivo. Sería importante ver en febrero y marzo una inflación cercana al 15% y que se aproxime a un dígito en los meses siguientes. Teniendo en cuenta una fuerte desaceleración de los costos de producción y en medio de una recesión, las subidas de precios terminarán cediendo. Además, el superávit fiscal alcanzado en enero y que posiblemente se mantenga en los próximos meses limita la emisión de pesos por parte del Central.
La expectativa es que tanto la inflación como la caída de la actividad disminuirán gradualmente, alcanzando un punto mínimo en marzo para luego comenzar a recuperarse a partir de la cosecha gruesa que ingresará a fines de abril.
Es lindo finalizar una vez diciendo, los salarios le ganan al dólar, aunque contra la inflación es otra batalla que ya se está librando.

#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler

Fuente: https://diariolaopinion.com.ar/

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