CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 1 diciembre 2007 (ZENIT.org).- El presidente de Caritas Internationalis, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, exhorta a los líderes religiosos para que estén siempre en la vanguardia de la lucha contra el VIH y el SIDA.
En unas declaraciones, en ocasión del Día Mundial del SIDA, que se celebra el 1 de diciembre, el presidente de Caritas Internationalis asegura que los líderes religiosos pueden ayudar a difundir información detallada y a promover un comportamiento responsable, con el fin de frenar la difusión del virus.
El cardenal Rodríguez afirma: «Es de particular inspiración y motivación el tema elegido este año para conmemorar el Día Mundial del SIDA: “Asume el liderazgo. Detener el SIDA. Mantener la promesa”. Ese liderazgo tiene que ser asumido en todos los planos de la sociedad, con el fin de responder de manera adecuada y exhaustiva a la pandemia del VIH».
«Los líderes religiosos pueden, y deben, ejercer un rol relevante, facilitando información minuciosa y promoviendo un comportamiento responsable, en la prevención de la ulterior difusión del VIH. Deben ser líderes en la provisión de servicios de salud y pastorales a los afectados por o vulnerables a la pandemia. Además, hay que hacer tangibles los esfuerzos para eliminar el temor irracional, el estigma y la discriminación, derivados de este reto a la salud mundial».
«He notado con satisfacción que el 2007 marca el vigésimo año desde que Caritas hizo, y todavía mantiene, la promesa de acompañar a los líderes de la Iglesia católica en su respuesta exhaustiva al SIDA».
Ha habido progresos en los últimos años, en nuestra lucha mundial contra el SIDA, como un mayor acceso al tratamiento y el incremento de fondos, así como voluntad política, en ámbito nacional e internacional. Aunque la difusión de la pandemia es todavía mayor que la respuesta.
ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que 33,2 millones de personas de todo el mundo viven con el VIH. En el 2007, 2,5 millones de personas – sobre todo en los países más pobres – se contagiaron, mientras 2,1 millones de personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA.
Para Caritas, los líderes religiosos pueden desempeñar un rol importante también, exigiendo mayor liderazgo, acción política y responsabilidad de los gobiernos, haciendo realidad el acceso universal a la prevención, los tratamientos, la asistencia y la ayuda para 2010.
Las organizaciones confesionales son la que ofrecen la mayor parte de la asistencia a las personas que viven con el VIH, tanto como el 70% en los países del África subsahariana.
Con los años, Caritas se ha centrado en consolidar la respuesta de la Iglesia católica, contribuyendo con nuestras capacidades en el diseño de programas sobre el VIH, capacitación, investigación, incidencia e información sobre mejores prácticas, así como vinculando esta respuesta a toda la comunidad internacional de la asistencia sanitaria.