CIUDAD DEL VATICANO, martes, 14 febrero 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha anunciado su intención de promover una colaboración más efectiva con el Consejo Mundial de las Iglesias con el objetivo de anunciar con mayor unidad el amor de Dios al mundo.
Así lo afirma él mismo en el mensaje que ha enviado al presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Walter Kasper, con motivo de la novena asamblea general del Consejo Mundial de las Iglesias, que se celebra en Porto Alegre (Brasil) del 14 al 23 de febrero de 2006.
«Conscientes de nuestra fe bautismal compartida en Dios Trino, la Iglesia católica y el Consejo Mundial de las Iglesias buscan formas de cooperación aún más efectivas en la tarea de testimoniar el amor de Dios», afirma el Santo Padre en su misiva, escrita en inglés.
Tras cuarenta años de colaboración entre la Iglesia católica y el Consejo ecuménico, comenzada tras el Concilio Vaticano II, «esperamos proseguir este camino prometedor y de esperanza mientras intensificamos nuestros trabajos para alcanzar el día en el que los cristianos se unan en la proclamación a todos del mensaje evangélico de salvación», añade.
El cardenal Kasper está participando en la asamblea mundial el órgano de gobierno más importante del Consejo Mundial de las Iglesias que se convoca cada siete años. El encuentro de Porto Alegre tiene lugar con el lema «Señor, en tu Gracia, transforma el mundo».
En la asamblea de Brasil participan tres mil personas, entre los que se encuentran más de 700 delegados oficiales en representación de las 340 iglesias y comunidades eclesiales afiliadas al Consejo, de las iglesias que no son miembros y de organizaciones asociadas a este organismo.
Una de las principales tareas de la asamblea es nombrar a los miembros del nuevo comité central encargado de las actividades del Consejo hasta la próxima asamblea en 2013.
El obispo Brian Farrell L.C., secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, encabeza la delegación católica oficial, compuesta por 18 miembros con función de observadores. Incluye representantes de la Curia Romana, de conferencias episcopales, superiores religiosos y movimientos laicales.
La Iglesia católica no es miembro del Consejo, pero colabora con él de diferentes maneras, en particular, es integrante de la Comisión «Fe y Constitución», cuyo objetivo es continuar con la búsqueda de la unidad de los cristianos, promoviendo el estudio y la reflexión en común de argumentos sobre los que siguen estando divididos, como por ejemplo, la eclesiología.
Benedicto XVI recibió el 16 de junio al secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias, el reverendo Samuel Kobia, quien le visitó con motivo del inicio de pontificado y le informó sobre la preparación de este encuentro.
En su carta, el Papa propone a los participantes en la asamblea seguir avanzando por el camino hacia la unidad plena entre los cristianos estando abiertos «a los signos de la Providencia y a las inspiraciones del Espíritu Santo, por quien sabemos que «este santo propósito de reconciliar a todos los cristianos en la unidad de la única Iglesia de Jesucristo excede las fuerzas y la capacidad humana»», como afirma el Concilio Vaticano II.
El obispo de Roma asegura al mismo tiempo sus oraciones para que Dios «bendiga nuestro diálogo ecuménico con el progreso que tan ardientemente esperamos».
«Al aseguraros mi cercanía espiritual y al reafirmar la intención de la Iglesia católica de continuar con una sólida colaboración con el Consejo Mundial de las Iglesias en su importante contribución al movimiento ecuménico, invoco de Dios abundantes bendiciones de paz y alegría sobre todos vosotros», concluye la misiva.
El Papa impulsa una mayor colaboración con el Consejo Mundial de las Iglesias
Para ofrecer un anuncio común del Evangelio.