A partir de 2007, la Municipalidad volverá a invertir en la Nueva Terminal de Omnibus. La resolución marca un cambio no sólo en la historia de esta obra, sino en la relación de la gestión Perotti para con ella.
La decisión se adoptó luego de que se declarara desierto el concurso para la «concesión de obra pública, para la ejecución de las obras faltantes, puesta en funcionamiento y explotación de la Nueva Estación Terminal de Omnibus». Tras aquel 3 de octubre, donde no hubo sobres para abrir, la administración de la Municipalidad decidió dialogar con las personas jurídicas que habían comprado los pliegos para participar del concurso.
De acuerdo a lo que manifestó una alta fuente del Palacio Municipal, se llevaron a cabo 4 reuniones, cada una con una firma diferente. Todas manifestaron la no conveniencia económica del proyecto. «Queda claro que no cierra para los privados la ecuación económica, puesto que la inversión es muy alta y el plazo y la tasa de retorno es muy larga, tornando la inversión en inviable», describió.
Además, comentó que en esas reuniones los privados le dijeron que, en realidad, el dinero que hacía falta para poner operativa a la Nueva Terminal no era u$s 1,5 millones de dólares, sino que estaba cerca de los u$s 2 millones, es decir, $ 6 millones de pesos.
«El resultado de los encuentros ya fue informado al Intendente y ahora deberá tomar él una decisión, tras el análisis de las evaluaciones», dijo la fuente.
Los próximos pasos
Hasta aquí, todos coinciden. Pero en cuáles serán los próximos pasos, ya no. Es que el Intendente demostró públicamente su interés en que algún privado aparezca y ponga el dinero restante.
En una entrevista en el progama «Sábado 100» por radio Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.), Perotti indicó que «estamos haciendo el intento para entusiasmar a alguien para que no tengamos que ser los rafaelinos los que tengamos que poner $ 6 millones para terminarla».
«Si no conseguimos a alguien privado para aportar, quizás haya que aportar de a poco, para ver cómo año tras año vamos haciendo alguna inversión y ver si los rafaelinos estamos dispuestos a endeudarnos para terminarla. Son discusiones que tendremos que hacer todos», dijo Perotti.
Para el Intendente, el hecho de haberle puesto una pausa permitió llevar adelante otras obras que los vecinos marcaban como prioritarias:
«nadie duda que hay que terminarla. Lo que se ha hecho es priorizar urgencias y buscar financiamiento para ver si no tenemos que sacarle 6 millones de pesos al presupuesto. Si lo hacemos, lo terminamos el año próximo. Pero también sacamos obras a todos los barrios de la ciudad por ese monto. Pregunté si los vecinos están de acuerdo con poner todo en la Terminal», dijo Perotti, evidenciando su interés por evitar que de la Municipalidad salgan dineros.
De cualquier manera, habrá una fuerte inyección monetaria, ya sea para atraer a nuevos inversores o como forma de retomar las obras. En cuanto a lo primero, circularon versiones acerca de la necesidad de pavimentar los accesos, algo que es posible que se haga.
De cualquier manera, la alta fuente consultada indicó que «el problema que plantearon los inversores no son los accesos o qué se hace con la vieja terminal, sino la viabilidad económica de la explotación del servicio. Si hubiera sido por las obras, la Municipalidad se hubiera sentado a charlar».
Es claro que este funcionario está más cercano a cerrar el capítulo abierto hace un año, cuando se comenzó a transitar el camino del concurso, que esperar un inversor, como lo considera Perotti.
En este sentido, coincidió con el Intendente que es mucho dinero para incluirlo en el presupuesto 2007. De hecho, representa el 7,69% del total de los ingresos. Comparemos con otros trabajos presupuestados: se piensan destinar $ 2.525.000 en entubados, $ 1.178.000 en el Relleno Sanitario, $ 4.687.583 en 100 cuadras de pavimento, $ 1.100.000 en readoquinado, por mencionar algunas. Ninguna tiene esa dimensión.
Es evidente que será imposible plantear la culminación de la obra en tal sólo 12 meses. Es por eso que se plantea la necesidad de charlar con el Concejo los próximos pasos.
El encuentro con el Cuerpo Legislativo no deberá demorarse, puesto que ya se está estudiando la tributaria. En esa reunión, se deberá definir cuáles serán las futuras etapas para la construcción con recursos propios. «La Secretaría de Obras Públicas tendrá un rol decisivo», comentó la fuente consultada. La otra opción, es conseguir un crédito.
Para esto, la decisión del Concejo también es requerida.
Así las cosas, todo parece indicar que se cierra un capítulo en lo que a la construcción de la Nueva Terminal se refiere. Ahora, la intervención del Estado parece ser inevitable.
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 19 de noviembre de 2006.