El 2009 comenzó dejando una certeza: el que apueste a las burbujas pierde. El mundo avisado está. Las burbujas accionarias, monetarias, inmobiliarias, la de las materias primas, estallaron por los aires. Según el profesor Raúl Ochoa: «Sucede que hasta hace dos décadas el capitalismo productivo tenía como rasgos principales elites empresariales nacionales independientes, control gerencial estable en las empresas y relaciones de largo plazo con las entidades financieras.
El nuevo capitalismo, financiero, promueve una elite mundial; especuladores por encima de administradores y financistas por encima de productores. El cambio es de capitalismo gerencial siglo XX a capitalismo financiero mundial siglo XXI…». Para muchos economistas la conducta de los intermediarios financieros tiene que ver con que los lucros se privatizan pero las pérdidas se socializan, ya que los Bancos Centrales se ven obligados a respaldarlos para evitar daños irreparables en la economía mundial.
A propósito, que bien le vendría al mundo de la economía real si la inyección monetaria aplicada como salvataje inicial por parte del gobierno de los Estados Unidos, U$S 700 mil millones, llegase a cada uno de los 6.700 millones de habitantes del mundo. Eso sería (como dijo el presidente Barak Obama, «hay que ponerle plata en el bolsillo a cada uno de los norteamericanos») ponerle al bolsillo de cada uno de los ciudadanos del mundo
U$S 104 millones… ¡qué manera sencilla de cumplir con las metas del milenio!…
Pero volviendo al mundo real, ya que lo que se escribe parece fantasioso, la gran pregunta es si pasado el miedo el mundo optará otra vez por el capitalismo productivo, o buscará nuevas formas de capitalismo financiero…
Argentina también tiene su gran burbuja nativa. La manipulación de los datos brindados por el Indec, que no sólo reflejan las variaciones en el costo de vida, sino que representan, mientras fueron creíbles, datos indiscutibles a la hora de planificar políticas para el país y su relación con el mundo. Por algo el gobierno se aferra a la inflación de su Indec; Moyano mientras tanto habla de la «inflación changuito» a la hora de negociar salario para sus representados. Y si de changuito hablamos, un dato para Moyano: los estudios indican que desde el 2002 al 2008, los precios del changuito del súper llevan un incremento promedio del 248 por ciento.
Un país con bases irreales termina siendo una burbuja, no puede proyectarse ya que no puede corregir las distorsiones ni pronosticar su crecimiento. Churchill decía que: «El político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, el mes próximo, el año que viene, y de explicar después, por qué no ha ocurrido».
Lamentablemente, el matrimonio presidencial sigue aumentando la gran deuda que Argentina no contrajo, se la vienen generando. El Indec no los marca, pero ellos están. Doce millones aproximadamente de pobres, cuatro millones de indigentes, es decir un habitante de cada tres en Argentina es pobre. Nunca como en el gobierno de los Kirchner creció la economía de nuestro país en forma continua y sostenida, al promedio de un 9 por ciento anual. Sin embargo, según un estudio de la Asociación del Personal de los Organismos de Control, Argentina es el país de América latina que mayor retroceso ha tenido en los asalariados. En la década del 50, la masa salarial representaba el 50 por ciento del PBI, en el 2007 ese porcentaje se redujo a un 25,07 por ciento. La Inversión Extranjera Directa, cayó un 36,6 por ciento menos a la del tercer trimestre del 2007. El 2008 cerró con una fuga de dinero cercana a los U$S 22 mil millones…
Mientras tanto, crece la violencia con la sombra omnipresente del narcotráfico, aunque no hay registro de un sólo condenado por lavado de dinero… Se reglamenta rápidamente la ley de blanqueo de capitales y en un trabajo reciente sobre coimas y corrupción, las empresas reconocen que desde el 2003 a la fecha ha aumentado la necesidad de coimear para conseguir información privilegiada. Según el trabajo en el 2003, el 33 por ciento de los empresarios se vio «obligado» a ello… mientras que en el 2008 el 66 por ciento optó por esta práctica…
La situación que hoy atraviesa Argentina necesita que en Olivos alguien le susurre a los presidentes aquello de … «el político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, el mes próximo, el año que viene y de explicar después por qué no ha ocurrido».
Fuente: diario La Capital, Rosario, 9 de febrero de 2009.