Por Guillermo Briggiler.- «Promete más que político en campaña» reza el refrán popular, pero nuestro Ministro de Economía superó ampliamente esta frase, llevándola a un nivel superlativo, aplicando un plan para resurgir de las cenizas en las que se encontraba su coalición política y puso en funcionamiento un mecanismo para ganar elecciones digno de una novela o miniserie de las que tanto éxito tienen actualmente en la TV por plataformas (streaming). ¿El resultado? Terminó siendo el más votado en las elecciones, aunque no le alcanzó y deberá ir a una segunda vuelta, donde le será necesario captar parte de más de 60% del electorado que no lo votó. Pero hablemos del mecanismo utilizado.
El gobierno luego de las elecciones PASO, al verse derrotado, decidió otorgar subsidios a troche y moche, dos docenas de medidas que van desde la quita de impuesto a las Ganancias y hasta el reintegro del IVA, créditos a tasas regaladas y hasta asignaciones de fondos directas a individuos sin ninguna justificación. En todos los casos sin prever el origen de los recursos a repartir, por lo que repercuten directamente en las ya vacías arcas del erario público y son cubiertas lisa y llanamente con emisión monetaria. Estas transferencias de fondos a los ciudadanos repercuten en los bolsillos de éstos de manera directa en primera instancia, cambiando el humor del votante que podría inclinarse por su perverso benefactor.
Sin embargo, como el gobierno no tiene suficiente dinero en su presupuesto para financiar estos subsidios sin incurrir en déficit fiscal, para cubrir el costo de las medidas que se calculan que alcanzarían la impactante cifra del dos por ciento del PBI (o incluso más), financia la misma con expansión monetaria. Lo que ocurrirá a un plazo mediano es que, debido a que la cantidad de dinero en circulación en la economía aumenta y éste se transa con una limitada cantidad de bienes y servicios disponibles en el mercado, como resultado nos dará que, los precios de los bienes y servicios aumentarán. En otras palabras, crecerán aún más fuerte los índices de inflación. Con el aumento de los precios, el poder de compra que parecía mejorar en la población, se pierde y se vuelve a la situación anterior a la toma de las medidas, las que terminan revelándose como de corte netamente electoralista.
Para tenerlo más claro, pasemos en limpio el mecanismo electoral llevado adelante por el ministro de economía y candidato a presidente y observemos cómo afecta a una persona beneficiada por sus medidas.
Primero, “el Beneficio Inicial”, al principio, la persona favorecida por alguna de las medidas percibe una mejora que le ayuda con su sustento diario. Ya sea porque le devuelven el IVA o le permiten tomar un préstamo a tasas muy bajas mediante el ANSES o reciben un monto fijo de dinero. Al segundo momento lo llamaremos, “Impacto de la Inflación”. A medida que el gobierno continúa emitiendo dinero para cubrir el déficit fiscal generado por las medidas, la inflación comienza a aumentar los precios de los bienes y servicios a mayor ritmo que el que ya tenía. Esto significa que la persona, supuestamente beneficiada, debe gastar más dinero para comprar los mismos productos que solía adquirir con menos dinero. Al mismo tiempo el gobierno intenta presionar sobre los actores económicos para que no suban los precios ofreciendo beneficios temporarios, aprovechando posiciones monopólicas o simplemente a punta de pistola.
Pero inefablemente llega el tercer momento, al que llamamos “Pérdida del Poder Adquisitivo”, con el simple transcurso del tiempo, el valor real de los beneficios obtenidos disminuye debido a la inflación, ya que se pueden adquirir con ellos menos bienes y servicios que subieron de precio nominal, por lo que se vuelve a la situación inicial contrarrestando el efecto de las medidas económicas tomadas.
Sin embargo, si las elecciones ocurren entre el primer y tercer momento, donde todavía no se percibe la pérdida de poder adquisitivo, entonces el mecanismo tiene éxito, ya que se consigue que las personas cambien su ánimo al momento de votar. Luego cuando llega la realidad, poco le importa al infame que puso el mecanismo en funcionamiento, porque las elecciones ya pasaron y se consiguió el poder o se le pasa el problema al que ganó.
Cada uno en el cuarto oscuro es libre de expresar su voluntad, pero es indispensable que conozcan el mecanismo en el que estamos inmersos.
#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler
Fuente: https://diariolaopinion.com.ar/