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El hartazgo de la gente le puso freno a la mentira gubernamental

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela. Los desafíos para la nueva etapa institucional de la Argentina son por demás de complejos porque a los graves problemas económicos, hay que agregar cómo combatir el narcotráfico, la inseguridad y la corrupción.

Por Emilio Grande (h.).- Ante la sorpresa de propios y extraños, Javier Milei dio el batacazo en el ballotage del domingo 19 de noviembre con una magnitud mayúscula de casi 12 puntos sobre el decadente, mentiroso y facineroso ministro de Economía, que con la derrota pidió licencia en forma irresponsable y cobarde, pero al día siguiente volvió al cargo.

A decir verdad, hubo dos propuestas muy polarizadas: la continuidad del kirchnerismo en el poder, que había vuelto peor que cuando se fue en 2015 encabezado por Sergio Massa, o cambiar por el outsider libertario que con el casi 56% de los votos conseguidos (el 30% propios más el grueso de los votantes de Juntos por el Cambio y de Juan Schiaretti) representa el hartazgo a la clase política, la cuestionada “casta”, especialmente de los jóvenes quienes arrastraron a sus padres para convencerlos de que votaran a Milei. Como afirma el papa Francisco, «la realidad es superior a la idea” en Evangelii Gaudium (“La alegría del Evangelio”).

Este cambio paradigmático es un salto desconocido e inquietante de 360º porque nunca gobernó y presenta interrogantes sobre cuál será el futuro de la economía con la galopante inflación del 140% interanual, dejar de emitir dinero, reducir el déficit fiscal, generar las condiciones para la inversión, levantar el cepo cambiario, unificar el tipo de cambio, atenuar la pobreza, entre otros.

La Libertad Avanza ganó en 21 provincias y el kirchnerismo solamente se impuso en provincia de Buenos Aires y en los feudalismos de Santiago del Estero con Gerardo Zamora y Formosa con el “atornillado” Gildo Insfrán desde hace 28 años.

¿Quiénes fueron los mariscales de la derrota oficialista? El primero de todos Massa, quien en casi 16 meses de ministro económico tuvo indicadores desastrosos: duplicó la inflación, el dólar blue se cuadriplicó, la la pobreza es superior al 40%, siendo imposible que ganara las elecciones. Los otros derrotados fueron Cristina de Kirchner, quien termina su mandato el 10 de diciembre, no tendrá más fueros parlamentarios, condenada a seis años de prisión por corrupción e inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos, sumado a otras causas pendientes de resolución; como así también Alberto Fernández, uno de los peores presidentes de la historia argentina porque no pudo o no quiso ejercer el mandato popular, y la dirigencia del kirchnerismo y de La Cámpora, que no dispondrá de las distintas cajas de los organismos estatales a partir del 10 de diciembre.

La “campaña del miedo” no le funcionó al oficialismo con toda la maquinaria tecnológica a través de las redes sociales y de dirigentes de las corporaciones, entre ellas los gremios y los clubes de fútbol, que se jugaron inexplicablemente por un candidato pícaro y perverso, que sobreactuó en el debate televisivo como si fuera un juez frente a su adversario.

Los secretos del triunfo de La Libertad Avanza fueron un candidato con un discurso disruptivo del sistema político, que empezó con la “motosierra” y ahora la guardó en el ropero; el fuerte apoyo de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, algunos gobernadores e intendentes y miles de fiscales en todo el país, quienes controlaron el escrutinio para que no hubiera sospecha de fraude.

En Rafaela Milei tuvo fiscales en todas las escuelas, no así el sector de Massa. El flamante Presidente cosechó en nuestra ciudad el 71% de los votos contra 25,46% del candidato oficialista, representando casi el triple de los electores.

Finalmente, los desafíos para la nueva etapa institucional de la Argentina son por demás de complejos porque a los graves problemas económicos, hay que agregar cómo combatir el narcotráfico, la inseguridad y la corrupción. Milei tendrá minorías en ambas cámaras del Congreso y, necesariamente, tendrá que negociar con los bloques del PRO, radicalismo y peronismo, con la esperanza puesta en la nueva gestión gubernamental a partir del 10 de diciembre para empezar a resolver los problemas de fondo.

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