El pasado 29 de septiembre se firmó dicha pauta, con un irrisorio 7% de aumento a partir de octubre de 2020 y a revisar en diciembre. Ni bien se conoció la noticia, desde la conducción del gremio manifestaron como “inaceptable la propuesta por parte del gobierno nacional, como también a la falta de convocatoria a la paritaria sectorial”.
Mario Romero es el Secretario Nacional de APINTA, y sobre esta situación expresó que “además del tema salarial, desde nuestro espacio sindical venimos solicitando hace tiempo el pase a planta permanente de los 1780 compañeros y compañeras que trabajan en todo el país en condiciones de fragilidad laboral, que estuvo seriamente amenazada ante el ajuste neoliberal del gobierno anterior”.
El escenario de pandemia mundial, como a todo el planeta, puso de manifiesto la crisis del sistema capitalista que en el caso de Argentina ya se había profundizado desde el 2015 con un fuerte impacto en los ingresos salariales de trabajadores y trabajadoras. En INTA el resultado de esas políticas de ajuste determinó que un 25% de su personal se encuentre actualmente por debajo de la línea de pobreza. Por ese motivo APINTA realizó encuentros virtuales en el mes de mayo, con todas las seccionales en las diversas regiones del país: Noroeste, Nordeste, Centro, Patagonia y Cuyo.
Uno de los temas que surgió con fuerzas precisamente fue la necesidad de una equiparación salarial ante el poder adquisitivo reducido notoriamente a partir del proceso inflacionario y negociaciones paritarias a la baja en los últimos 5 años. En diferentes campañas comunicacionales, APINTA viene expresando con claridad y contundencia los planteos sostenidos en los últimos años. En el mes de agosto ya se había publicado en las redes sociales del gremio, un material de comunicación donde se manifestaba que los y las trabajadoras del INTA “No podemos esperar más. Ante el ajuste estructural del gobierno anterior, pusimos el cuerpo y luchamos en todos los frentes de conflicto. En esta vergonzosa herencia neoliberal, y con una pandemia mundial, somos parte de la reconstrucción de un país empobrecido”.
Entre las gestiones realizadas por APINTA en este complejo año, Romero señala que en “en el mes de mayo se presentó a la presidenta del Consejo Directivo del INTA el pedido de apertura a la paritaria sectorial del Convenio Colectivo de Trabajo para discutir la pauta salarial y la incorporación de derechos acordados con el organismo. Luego, en julio se realizó una reunión presencial con la presidenta Susana Mirassou sobre el tema paritarias, donde se manifestó la necesidad de avanzar en una propuesta que mejore los salarios de las y los trabajadores y poder sacar al 25% que están debajo de la línea de pobreza y también los pases a planta permanente y regularización de compañeros contratados. Mirassou se comprometió a trabajar en ese sentido y comunicó que el INTA había solicitado apertura de paritaria sectorial”.
Durante el mes de agosto tuvo lugar una campaña de comunicación como se expresó anteriormente, donde el gremio mayoritario del INTA manifestaba la necesidad de encontrar una solución de fondo a la difícil situación salarial de sus trabajadores. El 31 de agosto se reiteró el pedido al Ministerio de Trabajo y se unifico el expediente con el pedido INTA para la apertura de la paritaria sectorial.
Finalmente, desde el Secretariado Nacional de APINTA se convocó el 14 de octubre pasado a un Congreso Extraordinario de manera virtual, reuniendo a representantes de todas las seccionales del gremio en el país. Entre las principales resoluciones alcanzados, se distinguen dos acciones directas: elevar una nota de los y las trabajadoras del INTA a la presidenta del organismo, Susana Mirassou, solicitando su intervención ante el Consejo Directivo para dar respuestas de manera urgente ante la necesidad de mejorar la situación salarial. La otra decisión del Congreso fue otorgar potestad al Secretariado Nacional de APINTA para la convocatoria a un paro de actividades en el INTA.