Por Emilio Grande (h.).- «Informamos en una nota que salió publicada en la revista El Guardián de una denuncia que presentaron dos secretarios nacionales importantes que pidieron no revelar sus fuentes sobre el funcionamiento del narcotráfico en la zona del Gran Rosario», destaca el periodista rosarino Carlos Del Frade en una entrevista telefónica en el programa «Sábado 100» por radio Sol (FM 90,9), que conduce quien firma esta crónica.
Esta denuncia fue presentada ante el juez federal César Torres del Juzgado Nº 12 de Capital Federal. «Hay nombres muy precisos de quiénes son los principales grupos narcotraficantes, nombres de empresarios vinculados a ellos, nombres de una treintena de funcionarios policiales y también aparecen abogados y se menciona como alguien que va a cambiar dinero a una cueva clandestina de dólares en la intersección de las peatonales (Córdoba y San Martín) de Rosario el doctor Marcos Escajadillo, actual secretario de Protección Civil de la Provincia (ex secretario de Seguridad Pública). Por este motivo se desató una serie de ataques del gobierno provincial», agrega.
Los integrantes de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados de Santa Fe recibieron el martes último a Del Frade, en el marco de la investigación periodística citada. Durante el encuentro, les entregó una carpeta a los legisladores en las que amplía los contenidos de la investigación publicada y una copia de la denuncia de un ciudadano rosarino quien dijo haberle sacado una foto a Escajadillo mientras cambiaba dinero en una casa de cambio ilegal.
«Tenemos los cruces de los grupos nacotraficantes con las empresas que han montado para lavar dinero, los cinco contratos comerciales que firmaron, los abogados, los testaferros», señala, para continuar diciendo que «ojalá algún fiscal federal de la Provincia tome este caso para iniciar una investigación paralela. El enemigo es el narcotráfico y esperemos que algún día se haga un frente común por encima de quién tiene más responsabilidad política en esto porque el costo es muy grande: es la sangre joven derramada de nuestros pibes en los barrios».
-¿Operan 400 kioscos de venta de droga en Rosario?
-Es así, la denuncia presentada por esos dos organismos nacionales que llegan a mover 2.000 millones de pesos al año, que representa la tercera parte del presupuesto de Rosario estimado en 6.000 millones de pesos para un millón de personas. Es una suma extraordinaria que explica porqué se compran tantas voluntades.
-¿Esto habla de connivencia entre políticos, narcotraficantes, policías y jueces?
-Yo creo que esto viene de hace mucho tiempo, hay que ser muy serios, hay corresponsabilidades con el inicio en el final de la década del 80 cuando la DEA (EE.UU.) decide borrar del mapa a los carteles de Cali y Medellín con exportación de cocaína a Europa y aparece Argentina porque es el segundo productor de «éter» a nivel mundial, principal insumo químico que convierte la hoja de coca en cocaína, que sufrimos con distintas administraciones nacionales y provinciales. En muchos lugares hubo nichos de corrupción porque el narcotráfico es un fenómeno que viene de arriba hacia abajo.
-¿Qué relación tiene esta denuncia con lo ocurrido con el exjefe policial Hugo Tognioli el año pasado?
-Lo de Tognioli estalla en octubre del 2012 y las denuncias de estas dos Secretarías son anteriores porque datan de agosto del año pasado. Hay algunos funcionarios policiales que se repiten, en esta investigación se mencionan, entre otros, a Tognioli, Cristian Sola, que ya estaban en la lista de Asuntos Internos de la Policía Provincial donde se los estaba investigando por enriquecimiento ilícito.
-En este contexto hay varios testimonios sobre narcotráfico de las madres como Norma Castaño en Santa Fe que no se sabe si luego caen en «saco roto» de la Justicia.
-Lo fundamental sería que haya distintos lugares desde el Estado donde atender a los chicos que necesitan algún tipo de asistencia para tratar de pasar de la adicción, que está ausente en los barrios de las principales ciudades de la Provincia, que les dé a las familias la posibilidad de rehabilitación de los chicos. Y en forma paralela hay que denunciar los nichos de corrupción que existen en la Policía provincial, en la Federal, en las fuerzas de seguridad nacional y en el Poder Judicial.
-El gobernador Antonio Bonfatti se manifestó a favor de la despenalización de la marihuana y luego salió el arzobispo de Santa Fe José Arancedo criticando esta medida. ¿Cuál es tu mirada?
-Antes estaba en contra de despenalizar pero hoy pienso que es la única manera de combatir el narcotráfico porque a partir de lo que pueda producir el Estado habrá un control frente a tantos nichos de corrupción de gente que trabaja con el dinero ilegal que están cosidos por la violencia.
-¿De qué manera la pobreza, la corrupción y el narcotráfico fomentan un caldo de cultivo de mayor violencia en las grandes ciudades?
-En el 2012 hubo 183 asesinatos en la ciudad de Rosario, el 80% de ellos jóvenes menores de 25 años, con un tasa de homicidio de 15,2 casos cada 100.000 habitantes, dos veces y media la tasa de homicidio a nivel nacional. Los negocios ilegales en las esquinas de los barrios generan enfrentamientos de bandas entre sí, por eso me parece como una herramienta interesante la legalización que por lo menos eliminaría la violencia.
«El dinero de la droga explica porqué se compran voluntades»
Expresa el periodista rosarino Carlos Del Frade en una entrevista telefónica en el programa "Sábado 100" por radio Sol (FM 90,9). "Que algún día se haga un frente común por encima de quién tiene más responsabilidad porque el costo es muy grande: es la sangre joven derramada de nuestros pibes en los barrios", dice.Por Emilio Grande (h.)