El autismo del gobierno nacional frente a los reclamos sociales

Se trata del editorial del programa "Sábado 100" por radio Sol Rafaela (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.). Cuánto tiempo pasará para que Cristina se siente a negociar frente a los reclamos sociales. De lo contrario puede peligrar la paz social por el autismo innecesario de no querer escuchar a los que piensan diferente.

Por Emilio Grande (h.).- El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por graves déficit del desarrollo, permanente y profundo. Afecta la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, y evidencia conductas repetitivas o inusuales. Los síntomas, en general, son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las estereotipias.
¿Será este problema que no lo deja ver o resolver al gobierno nacional frente a los diferentes actores sociales que vienen presentando reclamos con movilizaciones populares y callejeras?
En 12 días hubo dos protestas masivas en todo el país. Primero fue el 8N con la autoconvocatoria de la clase media desencantada, con más de un millón de personas por grandes ciudades y pueblos, quienes reclamaron por justicia, investigar la corrupción, avanzar frente al flagelo de la inseguridad y la inflación, respetar la Constitución Nacional, entre otros puntos.
Ahora el martes pasado fue el turno del gremialismo opositor con la primera huelga a los Kirchner convocada por la CGT de Hugo Moyano, la CTA de Pablo Micheli y Federación Agraria de Eduardo Buzzi, entre otros, paralizando buena parte del país, quienes plantearon elevar el monto del impuesto a las ganancias que deben tributar los trabajadores, la asignación universal que contemple a todos los asalariados y el 82% móvil a los jubilados vetado por Cristina Fernández.
Lo criticable de esta última medida fueron los piquetes con los cortes de rutas en distintos puntos del país porque atentan contra el derecho a transitar por el territorio argentino que establece la Carta Magna en el artículo 14.
En este contexto de análisis, el colega Joaquín Morales Solá opinó en su columna del miércoles en el diario La Nación que “Cristina Kirchner dejó en un año de ser una presidenta reverenciada. Ahora tiene indignada a una mayoritaria parte de la sociedad. Su reacción inmediata de ayer (por el martes) consistió en anunciar que no cambiará nada. Una réplica de la respuesta a los cacerolazos”.
Sin olvidar que Moyano fue un aliado histórico de este Gobierno especialmente en los tiempos que Néstor Kirchner fue presidente y estuvo en vida, como así también de los bloqueos que utilizó el kirchnerismo a estaciones de servicios y diarios en Buenos Aires, cuánto tiempo pasará para que Cristina se siente a negociar frente a los reclamos sociales. De lo contrario puede peligrar la paz social por el autismo innecesario de no querer escuchar a los que piensan diferente, hasta la CGT oficialista pidió que escuche los reclamos.

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