El 25 de Mayo estuvo marcado por las protestas sociales

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela.

Por Emilio Grande (h.).- El aniversario de la Revolución de Mayo no pasó desapercibido el martes pasado, donde en el acto en la capital provincial cambiaron la letra del himno nacional, en el contexto de la pandemia, esta semana vivimos otra vez el confinamiento con nuevas restricciones, similares a las experimentadas de hace más de un año, que a decir verdad tuvieron pocos resultados positivos.

Mientras los gobernantes de todos los niveles insisten en el encierro como la única solución frente a un problema complejo a escala mundial, lo más gravoso es que unos pocos “iluminados” quieren decidir por el pueblo argentino, que está sufriendo los padecimientos del cierre de las fuentes laborales, el aumento de la pobreza, el cierre de las escuelas como lugar de la formación de las futuras generaciones, sumado a los problemas crónicos de corrupción, inflación, inseguridad, entre otros.

En la sesión extraordinaria de ayer en el Concejo Municipal, la jefa de Gabinete municipal Amalia Galantti afirmó que “el virus mata”, pero la tasa de letalidad es muy baja en el mundo y en Argentina. En Rafaela es del 2%.

En esta perspectiva, hay un sector social denominado “Médicos por la verdad”, que existe en la Argentina y en el mundo, quienes cuestionan la pandemia considerándola “plandemia”, los testeos, el uso del barbijo, la prohibición de las autopsias para determinar la muerte en el caso de los contagiados, la vacuna que es experimental sin poder reclamar al laboratorio en caso de contraindicación o que produzca la muerte.

En el marco de una marcha nacional que se viene realizando desde hace varios meses en distintos lugares del país, este 25 de Mayo estaba previsto una actividad de debate en forma pacífica frente al Monumento a la Bandera en Rosario, pero no se pudo concretar porque actuaron las fuerzas policiales por orden del poder político, invocando los últimos decretos provincial y nacional. Fueron detenidas 29 personas, la mayoría profesionales de distintos ámbitos, quienes buscan aportar al “diálogo de saberes” para entre todos buscar la verdad superadora frente a la hegemonía autoritaria del poder, reproducida por la mayoría de los medios de comunicación como única verdad infalible. Esta situación produjo protestas sociales en varias ciudades del país.

Este jueves liberaron a los últimos 3 detenidos bajo fianza: los médicos Mariano Arriaga y José Luis Gettor, y el concejal chaqueño Juan Domingo Schahovskoy, acusados de violar la normativa vigente dispuesta por el gobierno nacional para evitar la propagación de la pandemia. Fueron maltratados como si hubieran cometido el peor de los delitos y estuvieron detenidos en condiciones inhumanas.

¿Por qué no actuó de la misma manera la Policía rosarina en el sepelio del ex gobernador Miguel Lifstchiz con 400 personas y en el reciente clásico rosarino de Central- Newell’s con miles de personas en las calles?

El presidente de la Nación puede dictar los DNU en circunstancias excepcionales, que deben ser ratificados por el Congreso y no están sobre la Constitución Nacional, según las fuentes consultadas, continuando vigentes las garantías constitucionales.

En este contexto, el cardenal Mario Poli presidió el solemne tedeum por el 25 de Mayo en la catedral metropolitana, expresando que “hay un solo destino colectivo para nuestro pueblo: fraterno, solidario, con educación, salud y justicia, con igualdad de posibilidades para el acceso a la tierra, al techo y al trabajo, valorando y respetando la vida de todos”.

Y agregó: “si hay voluntad de acordar dialogando, podremos achicar las diferencias y estaremos más cerca de lograr ese destino común”, citando a los obispos con el deseo de salir juntos y mejores: “En la dura realidad de estos días, en la dramática extensión de la pandemia con su secuela de enfermedad y muerte, se han acentuado la pobreza, la exclusión, la falta de trabajo, así como las expresiones de un creciente enfrentamiento político…”

El problema es que la dirigencia en su conjunto atraviesa una grave crisis de valores humanos, sociales, culturales y espirituales. Privilegia sus intereses personales y sectoriales, exigiendo el esfuerzo a la gente de pie, mientras la mayoría de los políticos en todos los niveles vive como en el primer mundo y no hizo ningún tipo de gestos para renunciar a un % de sus dietas en beneficio de la coyuntura sanitaria, que vino para quedarse y a la que debemos acostumbrarnos a convivir con esta enfermedad.

Concluyo con una frase iluminadora del dramaturgo alemán Bertolt Brecht: “el que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira ¡ese es un criminal!”.

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