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Duro discurso de Rubén Ferrero

El presidente de CARSFE criticó duramente al Gobierno nacional del cual dijo que "no puede, no debe mirar para otro lado", agregando que las políticas del Estado con respecto al campo son injustas y frente a las mismas, "es difícil no sentirse estafado".

Luego de mencionar su orgullo de poder expresarse en la prestigiosa y centenaria tribuna de la Sociedad Rural de Rafaela, como presidente de CARSFE, el doctor Rubén Ferrero, quien había sido titular de la Sociedad Rural rafaelina antes del período del actual presidente, el médico veterinario Juan Imvinkelried, no ahorró «palos» para la política que el Gobierno nacional aplica a los sectores del campo.
Recordó el directivo, en uno de sus párrafos, que «nuestra Confederación se nutre del trabajo permanente de la Sociedades Rurales que, a modo de piezas imprescindibles, cada una en su región, conforman en su conjunto esta institución dinámica y representativa que es CARSFE», agregando que «nuestra propuesta es siempre producir más y mejor, ser más eficientes y competitivos en un mundo que así lo exige y del que no podemos quedar al margen».
Siguió su alocución recordando que «la historia de lucha del campo es por todos conocida. De hecho, cada uno de los que aquí se hicieron presentes mostrando su esfuerzo y su trabajo ha aportado algo positivo a ella. El campo, que nunca baja los brazos, ha sido y es motor indiscutido de la economía argentina, también la reserva segura de salida ante cualquier crisis. Casi todos sabemos que el 70% de las exportaciones generadoras de divisas salen del campo. Que la cadena agroalimentaria, con sus 41 actividades aporta el 44% de lo recaudado por el Estado nacional.
«Y casi todos sabemos también que las últimas precisiones indican que la producción agroalimentaria argentina podría alcanzar niveles récord.
Y digo casi todos porque el Gobierno nacional parece seguir ignorándolo con su indiferencia, empeñado en destruir cualquier canal de diálogo que nos esforcemos en crear.
«Y no se trata de falta de voluntad de acercamiento de nuestra parte, desde CARSFE hemos presentado innumerables propuestas sobre cómo se podrían afrontar los problemas, principalmente el cárnico. También elaboramos un informe en el que demostramos que en menos de un año hemos sufrido más de 20 resoluciones y decretos que variaron la situación del mercado y la comercialización de la carne. Ese manoseo provocó que los envíos realizados en junio de este año sean notoriamente inferiores a las 55.000 toneladas registradas en junio de 2005 y menos de la mitad de lo que fue el 2004.
«En los primeros seis meses de 2007, el Senasa registró ventas externas de carne y menudencias vacunas por 194.199 toneladas. El dato es que, en ese mismo período, Brasil -que hasta no hace muchos años importaba carne argentina- vendió al exterior un volumen 345% superior al exportado por los frigoríficos argentinos».
El doctor Rubén Ferrero siguió «pegando fuerte» cuando dijo que «en el año 2002, con el justificativo de paliar la crisis, se implementó el impuesto a las exportaciones. El campo hizo el mayor esfuerzo y salimos de la profunda crisis de coyuntura. Pero lejos de reconocerlo, y aflojar la presión impositiva, el Gobierno no sólo mantuvo el impuesto hasta hoy, sino que además, en el caso de la soja, incrementó su porcentaje, haciéndolo todavía más gravoso. Y más injusto. Es muy difícil entonces, frente a actitudes como estas, no sentirse estafado».
Agregando a ese concepto recordó el presidente de CARSFE que «el argumento de las compensaciones tampoco logró una repartición efectiva de los fondos que verdaderamente se recaudan para tal fin. De los casi 500 millones de dólares que se recaudan -teniendo en cuenta el incremento de las retenciones a la soja- hasta el momento sólo se entregaron 80 millones de dólares. ¿Qué va a pasar con los restantes 420 millones de dólares? Reitero, es muy difícil frente a actitudes como estas, no sentirse estafado».
Luego de destacar la «virtud de la paciencia del sector», Ferrero mencionó que «hay problemas que urgen y requieren soluciones rápidas, como el de la lechería. Es absolutamente necesario que la Secretaría de Agricultura de la Nación cumpla con el compromiso asumido en el acuerdo firmado conjuntamente con la industria y la producción. El gobierno no puede, no debe mirar para otro lado y no actualizar el precio de corte, cuando la leche en polvo a nivel internacional duplica hoy el valor fijado entonces. En un país en que se priorice la producción deberían fijarse políticas de Estado perdurables en el tiempo, -más allá de los avatares políticos- que acompañaran al productor en su evolución y le permitieron el desarrollo tecnológico. No para satisfacer a un grupo de angurrientos -que no somos eso- sino para dar condiciones y reglas claras a aquellos que siempre han apagado los incendios cada vez que la crisis lo exigía. Los del campo siempre tendieron una mano y su contribución ha sido prioritaria para el crecimiento del país. Pero una vez superada la crisis pocos se acuerdan de nosotros».
Y remarcó a renglón siguiente que «por eso ahora, que asistimos a una nueva campaña electoral tengamos presentes que votar es un derecho que implica una seria responsabilidad. Es un acto en el que la voluntad expresa la convicción que construye el futuro político y ético de la sociedad. Hagamos uso de esa herramienta cívica a conciencia, evaluando seriamente las propuestas, y ejercitando la memoria y la participación para exigir después lo que ahora nos prometen. Es también una manera de honrar el sacrificio y el esfuerzo de tantos productores que, desde hace años, con su trabajo silencioso y poco valorado contribuyen a hacer crecer esta Argentina en la que muy pocos escuchan sus reclamos».
En párrafo más adelante, el titular de CARSFE no fue menos «blando», al asegurar que «los del campo somos gente de trabajo y de palabra, Hablamos claro y de frente. Decimos lo que pensamos y lo que necesitamos. Pero estas actitudes -que deberían ser virtudes de todo hombre de bien- son vistas por el Gobierno como la causa de todos los males. Evidentemente, en lo que concierne a las políticas a implementar al sector agropecuario, no hablamos el mismo idioma».
Ya cerrando su alocución, el doctor Rubén Ferrero no se olvidó de «felicitar a la Sociedad Rural de Rafaela por este excepcional testimonio de trabajo, esfuerzo y convicción. Aquí está el campo. De pie, haciendo grande a un país que podría ser más grande. Que soñamos más grande. Para nosotros, para nuestros hijos y para las futuras generaciones».

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 20 de agosto de 2007.

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