El mundo del fútbol ha perdido a su rey. Edson Arantes do Nascimento, el rey Pelé, falleció la tarde de este jueves, a los 82 años. Su madre, Celeste Arantes do Nascimento, quien recientemente cumplió 100 años, jugó un papel decisivo en la carrera del rey.
Pelé seguía un entrenamiento de la selección brasileña al borde de la cancha, en Teresópolis, el 8 de mayo de 1966, cuando fue sorprendido por una visitante. Doña Celeste había llegado sin avisar a la cancha en la que el plantel se preparaba para el Mundial de Inglaterra. Sin pensarlo dos veces, el deportista, de 29 años, se levantó de su silla y corrió a abrazarla. Era el domingo del Día de la Madre.
Celeste acababa de recibir el título de “Madre Brasileña del Año”, promovida por O’Globo en ese momento. Junto a su esposo, João Ramos do Nascimento, conocido como Dondinho, el padre de Pelé, participó de una misa al aire libre en su honor en el Jardín Botánico, en Río de Janeiro, y luego la familia fue trasladada a la ciudad de la Serrana. Dondinho estuvo atrapado en el ascensor del hotel durante 50 minutos antes de irse, y su auto se descompuso en el camino. Pero llegaron a tiempo. El número 10 lloró al ver a sus padres en el entrenamiento.
Celeste nació en Três Corações, Minas Gerais, hija de de Maria Neves y Jorge Arantes. Su madre murió al dar a luz a su décimo hijo, quien murió a su vez 15 días después. La niña fue criada por su hermana mayor, que era bastante estricta. La broma más grande de Celeste cuando era niña era tocar el timbre de la casa de los vecinos y salir corriendo. De adolescente salía a charlar en la plaza de la ciudad y ver matinés en el cine, junto a su amiga María de Lourdes, quien sería la madrina de Pelé.
Celeste tenía 16 años cuando, el 29 de julio de 1939, se casó con Dondinho, que entonces tenía 26 años. La pareja luchó por ganarse la vida con dificultad. Dondinho era un futbolista aficionado y durante mucho tiempo no ganó un salario. Luchó por conseguir un trabajo estable con ingresos. Entró a trabajar en el equipo del 4° Regimiento de Caballería del Ejército, en el que se desempeñó como soldado. Posteriormente, pasó a ser parte del plantel del Atlético Clube Três Corações, entonces presidido por el doctor Daniel de Almeida.
“Dondinho fue, sin duda, el mejor jugador de la región. Pelé tiene a quien admirar, aunque juega mejor que su padre. Pelé es mejor. De cabeza, sin embargo, te garantizo que Dondinho era mucho mejor que su hijo. Un córner a favor de su equipo era ‘medio gol’”, contó el doctor Almeida durante una entrevista con GLOBO en mayo de 1966. “Celeste era una niña distinguida y sencilla, que se convirtió en una buena madre de familia. Fue una madre ejemplar, me llamó pronto que Pelé y Zoca sufrieron alguna gripe”.
Pelé y su hermano menor, Jair Arantes do Nascimento, Zoca [N. de R: falleció en 2020, a los 77 años), nacieron en Três Corações, pero el mayor tenía 2 años cuando la familia se mudó a São Lourenço, donde nació la menor, Maria Lúcia. En la ciudad de Sul de Minas, Dondinho comenzó a jugar como profesional en un equipo local, antes de ser transferido a otros clubes hasta instalarse en un equipo de Bauru. Según la edición de O’Globo del 9 de mayo de 1966, cumplía parte del contrato como empleado de guardia sanitaria.
Fue en Bauru donde Pelé aprendió a jugar, usando pelotas armadas con medias. Formó parte de equipos amateurs locales, jugando en canchas de tierra, ganando títulos de la división juvenil. Tenía 15 años en 1956, cuando empezó a jugar en el Santos, y, dos años después, fue la estrella del primer equipo brasileño en ganar una Copa, en Suecia.
Pelé murió el jueves, a los 82 años, por complicaciones del cáncer. Su madre tiene 100 años y vive en Santos. Quienes la frecuentan aseguran que no toma medicamentos, pero la acompaña un cuidador permanente que la ayuda a comer y bañarse.
Fuente: O Globo/GDA