Por Emilio Grande (h.).- Este jueves el Concejo Municipal realizó la sesión ordinaria en la sede de APADIR (Asociación Pro-Ayuda Discapacitados de Rafaela), en calle D’Agostino 595, en el marco de los 40 años de la institución, como establece la ordenanza de sesionar 3 veces al año fuera del recinto, con la votación de 9 proyectos, según el orden del día. El único edil ausente fue Ceferino Mondino.
El presidente del cuerpo legislativo Germán Bottero dijo que “es una sesión especial porque pasaron más de 3 años (en 2020-2021 estuvo la pandemia) en retomar con la obligación de salir a distintos lugares de nuestra ciudad”. Estuvieron presentes integrantes de la comisión directiva de la asociación civil APADIR, Alicia Bregy de Foglia es su presidente; de la comunidad educativa con Silvana Pignolo su directora, Mónica Martini su vice-directora, el alumno Lucas Gómez, entre otros. Luego de recibir el reconocimiento, Bregy remarcó que “hace 20 años que estoy en la comisión; de los 15 integrantes solamente hay 1 papá que tiene un hijo con discapacidad, el resto está por vocación de servicio”.
A decir verdad, se trata de un reconocimiento por su labor y aporte por la inclusión de las personas con discapacidad. El 5 de diciembre de 1980, un grupo de padres de niños con discapacidad creó APADIR, que inició sus actividades en ALPI Rafaela, cediendo algunos espacios dentro de su edificio de calle A. Álvarez 367.
El 7 de marzo de 1983 el Servicio Provincial de Enseñanza Privada autorizó el funcionamiento de la escuela, desarrollándose la actividad en una casa cedida por el Dr. Eduardo D’Agostino. La asociación APADIR, con el apoyo solidario de la comunidad rafaelina y aportes de los gobiernos provincial y municipal, logró la adquisición del predio que ocupa actualmente y construyó su edificio inaugurado el 13 de marzo de 1995.
Actualmente, asisten 106 alumnos con distintas capacidades: 43 en la planta escolar y el resto (63) en proyectos de inclusión en escuelas de Rafaela y en localidades vecinas como Pilar, Santa Clara de Saguier, Ramona, Felicia. “El abordaje está siempre orientado a lograr una mejor calidad de vida, que los alumnos pueden desenvolverse en forma independiente en la sociedad. Otro de los objetivos es visibilizar la perspectiva de discapacidad en pos de la inclusión, que ojalá cuando cumplamos 50 años hagamos una caminata, que no sea por la inclusión, porque si hablamos de inclusión es porque hay alguien excluido”, destacó su directora Silvana Pignolo. Este domingo a las 9:15 horas se hará una caminata desde la plaza 25 de Mayo (punto sano) hasta la sede de APADIR.
Alejandra Sagardoy hizo un raconto histórico de la institución: “la comisión creada, sin fines de lucro, con una dedicación especial con la inclusión solicitó al gobierno provincial una autorización para el funcionamiento en un inmueble de calle Alvear 157. Luego se buscó un mayor espacio con la aspiración de construir un edificio propio, obra que empezó en marzo de 1994 en este predio de 25 ha, sobre calle D´Agostino, y se inauguró el 13 de marzo de 1995”.
Y agregó: “Recibe ayuda de los gobiernos provincial y municipal, a la escuela asisten alumnos diversos para aprender con un entorno familiar; tiene alternativas pedagógicas, con máximo desarrollo y educación inclusiva. Hay distintos servicios, brindando desayuno y merienda. Es un merecido reconocimiento por el trabajo que realizan desde hace 40 años para mejorar la calidad de vida de los alumnos, con herramientas para la autonomía personal, la vocación de docentes y profesionales quienes aprenden de sus alumnos. La asociación civil venció los prejuicios y miedos, celebrando este aniversario más los que colaboran”.
Lisandro Mársico: “se trata de vocación, voluntad servicio, perseverancia en el crecimiento de la institución, al haber logrado este edificio lindo, acogedor, se siente paz, estoy reconfortado; para destacar la relación con Edelso (Gunzinger) uno de sus precursores. Un gusto que nos hayan recibido, lo que hacen es un trabajo tremendo, magnificarlo y dedicación cada uno”.
Leonardo Viotti: “es un reconocimiento a todos los dirigentes que pasaron, docentes, alumnos, familias; sabemos que es APADIR, una institución acogedora para quienes lo necesitan y una ciudad mejor. Cuando el Estado no da la respuesta aparece esta institución con esfuerzo, trabajo, voluntarismo, creciendo y brindando oportunidades. Hay APADIR para rato y Rafaela lo necesita. Un trabajo entre la sociedad, la comunidad educativa y el Estado”.
Brenda Vimo: “el amor de las familias, la aceptación, mejores espacios, una institución que contiene, acompaña, lleno cariño y afecto; son 106 familias, un espacio para sus seres amados, no tiene precio el esfuerzo y amor con que se construye; las políticas públicas acompañan las cosas que funcionan con una necesidad real y las familias que decidieron hacer esto. Una de las instituciones más emblemáticas de la ciudad”.
Martín Racca: “sesionar fuera del recinto, que sea APADIR que trabaja arduamente no es casualidad, quedará en el recuerdo. Es trabajo con inclusión, si nos ponemos en el lugar del otro, supimos trabajar en comunidad, cada vez más dificultoso trabajar con el otro, inclusión que soñamos va a llegar, vivimos más tiempo, más felices, hay equipos de profesionales detrás. Construir sociedad más inclusiva”.
Valeria Soltermam: “son 40 años de contención, acompañamiento, inclusión, camino arduo, difícil, gratificante, luchando por los derechos de sus hijos, reconocimiento por valentía; hoy abraza a tantos niños y familias, la vida de una institución a los que pasaron por aquí”.
Juan Senn: “conocemos el trabajo de APADIR, hace realidad la inclusión con 40 años historia y trayectoria; en Rafaela hay 350 instituciones intermedias lo que habla de cuando el Estado no está presente, es impensado una ciudad no tener una institución así”.
Miguel Destéfanis: “es un gusto, placer, emoción venir a este lugar crea un ánimo especial, recorrimos las instalaciones para conocer a los niños, el trabajo de los docentes; no es fácil criar a un hijo, aún más si tiene alguna discapacidad, se va adaptando para alguien especial, enseñar las tareas no fue fácil para transmitir lo que se enseña. Es un aprendizaje de 40 años para los profesionales para tener la contención de los hijos; los que idearon esto y será mejor más adelante”.
