Por Guillermo Briggiler.- El gran boxeador argentino Ringo Bonavena decía que la vida es como el boxeo, siempre estás rodeado de gente, te cuidan, te aconsejan, pero cuando llega el momento de la pelea, subís al cuadrilátero, te sacan el banquito y quedás solo para la contienda.
Estamos en un momento donde la economía del país se presenta como una batalla que ha cambiado mucho, hoy la macroeconomía está más ordenada y este dato no es poco, ya que venimos de procesos, más de una década, donde se le tutelaba desde el Estado la microeconomía a los ciudadanos. Se les otorgaba bonos, moratorias previsionales, subsidios a los servicios públicos y muchos más beneficios que en algunos casos incluían viajes de egresados pagados por el Estado. Todo un despropósito que desordenaba los números macroeconómicos, así llegamos al borde de una hiperinflación, con reservas vacías en el BCRA, pobreza en niveles escandalosos y un dólar encepado y sobrecotizado contra un peso que nadie quería.
De esta manera, la sociedad pidió un cambio en la forma de conducir el país y obtuvo un cuidado de las variables de la macroeconomía. Así nos encontramos hoy con una inflación en disminución, con cuatro bajas de la tasa de interés en cuatro meses, con acumulación de reservas en el BCRA (se compraron casi trece mil millones de dólares) y un dólar que bajó fuertemente por la revaloración del peso que se dio naturalmente al suspenderse la emisión sin respaldo y perseguirse superávit en las cuentas públicas.
Pero esta nueva realidad lleva a perder algunos beneficios en la micro de cada individuo que debemos tener en cuenta, por ejemplo, tenemos aumentos en los servicios públicos y en el combustible que no podemos pasar por alto. Hoy todo cambió, es el momento de que modifiquemos la forma de hacer negocios. Si en mi empresa antes no tenía significativo valor el combustible o la electricidad, hoy pasa a ser un insumo que debemos cuidar y tener en cuenta a la hora de producir o prestar servicios. Si tengo una fábrica de helados o una despensa, la electricidad será sin dudas uno de los insumos de altísima relevancia y me lleva a mirar el negocio de manera diferente, hay que tener en cuenta que, probablemente en el pasado y para brindar un buen servicio, tenía muchas exhibidoras con bebidas frías, hoy con el nuevo precio de la energía, tengo que optimizar cuales enfrío y qué heladera desenchufo.
Por otro lado, la reciente baja de la tasa de interés pueda ayudar a motorizar algo el mercado de crédito y colaborar con el consumo que se encuentra por el piso en esta recesión que transitamos. Será clave también la aprobación de las leyes que se discuten en el Congreso, buscando flexibilizar las normas que rigen la economía, con el propósito de motorizar el empleo y captar inversiones. Será necesario también bajar la insoportable carga impositiva que sufren los argentinos y espantan los nuevos negocios.
En este flamante escenario debe mirarse cada peso de costo, los negocios ahora se hacen de manera diferente y debemos encarar en la empresa, el trabajo, el servicio que ofrezco, sabiendo que ahora debemos salir adelante sin el tutor que nos mal acompañó en los últimos gobiernos. No habrá más subsidios, ni devaluaciones que mágicamente busquen solucionar distorsiones.
Como decía Ringo, el boxeo es como la vida, estás rodeado de gente que te acompaña y aconseja, pero cuando te sacan el banquito, quedás solo para la batalla.
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Fuente: https://diariolaopinion.com.ar/