«Este es el último festival del año que organiza La Anónima (con motivo de la celebración de su centenario) en el que presento mi disco denominado «Folklore» (el décimo) para compartir con la gente de Rafaela también los temas populares».
La que habla es Soledad Pastorutti en una entrevista telefónica desde Buenos Aires con este cronista, previo al recital que brinda esta noche a las 21:30 horas en el Coliseo del Sur del club Ben Hur.
Mantiene la misma naturalidad y sencillez como cuando empezó su carrera hace 13 años atrás. «Cuando me inicié no sabía si iba a durar, ni hablar de mi futuro profesional porque tuve que sortear momentos difíciles, pero con el paso de los años este proyecto se fue profundizando y se mejoró en cuanto a lo artístico en base al trabajo y al respeto, contando siempre con el cariño de la gente», dice.
Actualmente, su banda tiene 8 músicos con un show profesional que dura unos 90 minutos, en el marco de una gira nacional en el que se presentó en 15 lugares. «Estoy agradecida por el recibimiento en todos lados», destaca.
En el diálogo menciona que en 2009 seguirá con el programa televisivo por Canal 7 «Ecos de mi tierra» sobre música folklórica. «También en el verano participo en distintos festivales, para luego tomarme unas vacaciones», agrega.
Esta gira -finaliza en la ciudad de Villa La Angostura en febrero- está sirviendo también para hacer llegar una gran ayuda a los que más lo necesitan, ya que todo lo recaudado está siendo donado a distintas entidades de cada una de las ciudades donde se realizan los shows.
En el caso de Rafaela, el total de lo recaudado será donado por partes iguales al Hospital SAMCO Rafaela «Dr. Jaime Ferré» y a la Fundación «Hogar Granja El Ceibo».
VIDA DE CASADA
No se puede dejar de preguntar en qué medida cambió su vida después del casamiento con Jeremías Audoglio el 28 de abril último en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Arequito, lugar donde vivió buena parte de su vida y dónde viven algunos familiares.
«Estoy alcanzando una madurez como persona y ves las cosas desde otro lugar; por ejemplo, el hecho de no vivir con la familia ya que era muy mimada al ser la hija mayor, pero hay que hacerse cargo de la casa y el rol de la mujer y me tengo que repartir el tiempo entre mi carrera profesional y la casa que no es fácil», confiesa Soledad con 28 años. Y admite que «todavía no hay novedades de agrandar la familia».
Quien escribe esta crónica ya le había efectuado dos entrevistas a lo largo de su carrera. La primera fue con motivo de su actuación en la Fiesta de la Bagna Cauda en Humberto I en 1996 cuando tenía solamente 15 años (volvió en la edición de este año).
La última fue el 6 de julio de 1999 en su habitación del Córdoba Park Hotel de la capital mediterránea previa a su presentación en el estadio de Atlético de esta ciudad. «La vida me cambió, pero sigo siendo la misma persona de siempre, ahora con más responsabilidad y más trabajo», había expresado en esa oportunidad.
Al final de la entrevista telefónica mencionada aprovechó para invitar a que concurran los amigos de Rafaela, como si tratara de un encuentro folklórico barrial, manteniendo la misma humildad que cuando asomó en las peñas de Cosquín en 1995.
Emilio Grande (h.)
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 12 de diciembre de 2008.