,

Cuando la maternidad se reduce a la mera profesión

Se estrenó en la sala Luis Remonda del Teatro Lasserre “De profesión maternal”, una pieza de Griselda Gambaro, dirigida por Marcelo Allasino.Por María Florencia Forni (Rafaela)

El viernes por la noche se estrenó en la sala Luis Remonda del Teatro Lasserre “De profesión maternal”, una pieza de Griselda Gambaro, dirigida por Marcelo Allasino e interpretada por el grupo de teatro del Centro Ciudad de Rafaela. La obra trata sobre los vínculos afectivos entre una hija abandonada, la madre y la pareja de ésta; es una pieza que interroga el rol maternal, condicionado tanto por modelos sociales como por instintos naturales, y la imperiosa necesidad humana de amar y ser amados.
La historia cuenta que luego de haber abandonado durante toda la vida a su hija Leticia (Alba Vincenti), Matilde (Teresita Tosco) le escribe una carta para conocerla. Cuando la joven llega a la casa de su madre conoce a la pareja de ésta, Eugenia (Liliana Ferrari), y en torno a este triángulo funciona un encuentro tenso, lleno de dolor y rencor. El comportamiento de las mujeres se encuentra condicionado por una necesaria búsqueda por entender el pasado y los propios sentimientos.
El director de la obra y las actrices logran revelar escenas de un pasado conflictivo; aunque la comunicación y el entendimiento entre los personajes se encuentran dificultados por sus propios rencores y expectativas, porque existe una imposibilidad de llegar a un acuerdo cuando los intereses no son comunes.
En el transcurso de la obra los espectadores podemos preguntarnos entonces cuáles son los lazos y los sentimientos que unen a las familias, teniendo en cuenta que los comportamientos de sus integrantes se encuentran condicionados tanto por modelos e ideales sociales como por las necesidades humanas. Es lícito preguntarnos también si existe el instinto maternal o si el rol de una madre solo está determinado por los modelos culturales.
La interpretación de esta pieza dramática se detiene principalmente en la rigidez afectiva y motora de las dos protagonistas, Matilde y Leticia, y en la moderada dulzura de Eugenia. Matilde es una mujer fría, poco expresiva, que actúa movida esencialmente por la racionalidad y el cálculo, y a quien invade el miedo a la vejez y a la soledad. ¿Por qué una madre busca a su hija luego de haberla abandonado tanto tiempo? Expresar la complejidad de estos sentimientos es un trabajo difícil que logra concretar la actriz rafaelina.
Leticia se muestra paralizada por el rencor y el odio, aunque reconoce que “el rencor cansa” y por eso su odio fluctúa continuamente. La actuación de la actriz resulta convincente y sus gestos y movimientos no desentonan con la opción estética que propone este grupo.
“De profesión maternal” cuestiona los estereotipos sociales que se construyen sobre las familias y la convivencia, y deja ver que lo único que asegura la existencia de una familia es el amor que vincula a las personas.
El vestuario de la obra ha sido diseñado por Gustavo Mondino y el diseño de escenografía e iluminación corresponden al director, Marcelo Allasino.
Las funciones previstas son: domingo 29 de marzo, y en abril el sábado 4, domingo 5, sábado 11, domingo 12, sábado 18 y domingo 19. El valor de la entrada es de $ 20, y pueden adquirirse de 18 a 20 en la secretaría del teatro.

Archivos
Páginas
Scroll al inicio