Con Jesús, celebramos la vida
Queridos hermanos:
Hace pocas semanas los obispos de Argentina invitamos a celebrar especialmente la fiesta de la Anunciación del Señor que en nuestro país coincide con el día del niño por-nacer, el próximo 25 de marzo: “…Desde su nacimiento la Iglesia de Cristo entiende su misión en el mundo como una celebración, un anuncio y un servicio a la Vida. A lo largo de sus dos mil años de existencia promovió una «cultura de la vida». Lo hizo a través de las obras de ayuda a los más necesitados, la educación de niños y jóvenes, el acompañamiento a los novios y a los matrimonios, la atención brindada a los ancianos, el interés por cuidar a los enfermos y de asistir a quienes están muriendo y muchas otras iniciativas orientadas a cuidar y promover la vida… En continuidad con las enseñanzas de Jesús, sostenemos el valor de toda vida humana, pero nos sentimos especialmente llamados a cuidar y promover la vida frágil, expuesta o en riesgo. Por eso nos preocupa especialmente una de las etapas de mayor fragilidad, la del comienzo de la vida, frente a una mentalidad que disminuye la gravedad moral y jurídica del aborto. La celebración del día del niño por nacer debe invitarnos a la reflexión y al compromiso. A la reflexión sobre el valor de la vida y a un compromiso concreto con esta primera etapa vital tan importante. Cuidar a los niños y niñas por nacer implica en primer lugar cuidar a sus madres, promoviendo embarazos saludables, velando por la alimentación y la atención sanitaria tanto de la madre como de su hijo o hija…” (1)
Al comenzar la Cuaresma les dirigí una nueva Carta Pastoral en la que, entre otras cosas, les decía: “…En sintonía con la propuesta de la Conferencia Episcopal Argentina para este «año de la vida», nuestra Iglesia diocesana quiere celebrar su cincuentenario comprometiéndose en favor de la vida, no sólo mirando agradecidos hacia atrás sino también pensando en los que vendrán. La misión familiar, la misión joven y la misión solidaria que nos hemos propuesto para los próximos años será la mejor manera de brindar este servicio en favor de la vida, sobretodo donde esté más amenazada. A toda la riqueza del don recibido hay que corresponder con una profundización del camino pastoral que venimos recorriendo…” (2)
En efecto, nuestro camino pastoral y sus objetivos serán la mejor manera de plasmar nuestro compromiso en favor de la vida. Pero también queremos unirnos a todos los hermanos que en el país celebrarán el próximo 25 de marzo el don de la Vida desde su comienzo en el seno materno. Por ello por este medio quiero convocarlos a rezar juntos ese día, en parroquias, colegios y en las familias pidiendo a Dios que en nuestra Patria sea reconocida, cuidada y promovida la vida humana, desde el primer instante de la concepción hasta su fin natural. Yo mismo presidiré ese día (a las 20 horas) en la iglesia Catedral una misa concelebrada con los sacerdotes de la ciudad en la que haremos el expresivo gesto de la bendición de las embarazadas.
Termino este mensaje con las mismas palabras de los obispos: “celebremos este año el 25 de marzo pidiendo al Espíritu Santo, Dador de Vida, la fuerza necesaria para transformar la realidad y que cada niño y niña, encuentren al nacer, cuna, alimento y sobre todo unos brazos sanos y amorosos de padres y madres que los guíen y acompañen en su crecimiento. María, madre de Jesús y madre de todos nos acompañe en el camino. Que así sea…”
+ Carlos María Franzini
Obispo de Rafaela
(1) Celebrar la vida desde el comienzo; Declaración de la Comisión Ejecutiva de la CEA; 25/2/11.
(2) Franzini, Carlos María: Cincuentenario: una Iglesia joven, servidora de la vida; Carta Pastoral de Cuaresma 2011, nº 11.
Rafaela, 19 de marzo de 2011, Solemnidad de San José
