Por Valentina Di Giorgio.- “En la próxima entrevista te lo cuento todo” fue la promesa que le hizo el Papa al médico y periodista argentino Nelson Castro en octubre de 2021. Por entonces el Papa ya tenía algunos inconvenientes de salud y la conversación de 40 minutos giró en torno al capítulo que Castro le dedicó al Papa en un libro sobre la salud de los pontífices.
Llegó 2022 y con el nuevo año también más tiempo para que el Papa terminara de contar lo pendiente. “Creía que iba a ser una charla más corta porque el tema era más puntual. Creí que en veinte minutos íbamos a estar, pero la conversación duró mucho más”, dijo Nelson Castro. Y ha sido gracias a algunos adelantos de lo hablado entre Castro y Francisco que sabemos no solo más sobre el actual estado de salud del Papa sino también acerca de un par de temas más.
Acerca de la salud, el doctor Castro comparte que el Santo Padre “Habló con total llaneza, con total crudeza y con un notable buen humor”. Sentido del humor que quedó reflejado en esta expresión del mismo Papa: “Cuando un Papa se enferma, mucho de los que no lo quieren empiezan a festejar”.
Como médico, el doctor Castro también puso el ojo en el Santo Padre y “diagnosticó” que “Lo vi muy bien. Es impresionante la capacidad de recuperación de un hombre de 84 años que tuvo una operación delicada. No tiene una sola arruga en la piel, una piel fresca, lozana. Una mirada vivaz, una sonrisa permanente. Lo vi caminar muy bien. Me dijo: ‘Estoy caminando mejor porque estoy con un tratamiento con un osteópata y me está corrigiendo, si bien rengueo no tengo dolor, por lo tengo puedo caminar con mayor vivacidad. Bajé dos kilos, tengo que bajar cuatro más’”.
Pero no es sólo lo que se ve en el cuerpo, es también lo que se “ve” en las ideas: “Lo encontré con una noción perfecta de su presente, de su futuro. En algún momento la vida se termina y para alguien de 84 años ese momento puede ser cualquier momento. Lo vi en pleno ejercicio de su poder. De hecho, nosotros llegamos: la entrevista empezó nueve menos veinte y terminó nueve y media, y ya había recibido a dos cardenales. Cuando salimos estaba el cardenal de Milán esperándolo con una agenda larga. Me encontré con alguien feliz de hablar de su enfermedad con tanta llaneza y tanta tranquilidad. Un hombre con un dominio y con un ejercicio pleno de poder”, comentó.
Francisco le contestó la pregunta que como buen argentino tenía que plantearle al Papa: ¿cuándo visitará Argentina? A lo que dijo el Romano Pontífice: “Si pudiera responder esa pregunta…”. También le reveló que imagina su muerte en Roma. Y como Papa.
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