Por María Inés Adorni.- Es una celebración que se da días antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (febrero o marzo depende del año); es un período de permisos y algo de descontrol, así como decir que en las noches de carnaval todo vale.
El carnaval tiene un significado de despedida, ya que la palabra carnaval proviene de la voz latina carnavale que significa adiós carne.
Los disfraces actuales se remontan a las antiguas máscaras que personificaban a dioses y espíritus malignos, y permiten detrás de ellos decir con libertad lo que se piensa y dar rienda suelta al temperamento. El juego con agua viene de los exorcismos y rituales de purificación usados en la Edad Media, igualmente el juego con harina o almidón se remonta a los saturnales, así como el carácter especial de las fiestas de que, en las ancestrales costumbres europeas, todos los participantes debían llevar en la mano un trozo de hierba (albahaca u otro vegetal) para ser aceptado en el recorrido del festejo.
En la región del norte de nuestro país y por los antiguos habitantes de esta Tierra, que con su calendario agrícola para estas fechas se considera el carnaval como un fin y el comienzo. Es la época de celebrar la fertilidad de la tierra, un ritual de celebración y agradecimiento por lo que la Pachamama nos brindó. Las puertas de las casas se abren para invitar bebidas y comidas, cantar y bailar, disfrutar de todo estos días, ya que luego vendría el tiempo seco, de la lucha y el sustento por el diario vivir.
Así, en esas comunidades pertinentes se relaciona con la cosecha de la papa, el maíz, la uva, etc, agradeciendo y ofrendando a la Pachamama, se realizan las chayadas a los cultivos, sembradíos, locales comerciales, casas con bebidas, como la chicha, el alcohol, hojas de coca, cigarros y alimentos, fertilizando a la tierra en ellos mojones y dando inicio a los festejos y liberaciones hasta el día del entierro del carnaval, junto con los tradicionales diablos y la cacharpaya o tradicional reunión de despedida de amigos del domingo de tentación.
Actualmente el carnaval está simbolizado en un diablito, que se desentierra en los mojones. Allí todos reunidos proceden a abrir la boca de la tierra para realizar las ofrendas a la Pachamama y así pedirles que nos conceda la autorización para desenterrar por nueve días los diablos del carnaval.
El carnaval recorre las calles de los pueblos, todos los presentes saltando y bailando llegan a las tradicionales invitaciones que realizan, algún comercio, hogar o agrupaciones para invitarles abundantes bebidas y comidas, mientras todos bailan al son de la música, antes carnavalitos, hoy temas actuales interpretados por orquestas de música.
