El obispo diocesano Pedro Torres presidió este martes la procesión desde la plaza con la imagen del santo patrono y misa de los 130 años de la parroquia San José de la localidad de Josefina (al suroeste del departamento Castellanos), concelebrada por el párroco Antonio Grande, Darío Mautino (Guadalupe de Rafaela), Raúl Cortez (Fátima de Frontera) y Germán Brusa (Perpetuo Socorro de San Francisco), ante un buen marco de feligreses.
“Es un motivo muy grande de una antorcha que hemos recibido y es muy importante para este templo que está siendo refaccionado con un aporte de la Comuna, que es el signo visible, pero la clave es la fe de aquella gente que se puso a construir este edificio para que la presencia de Dios fuera más fuerte por medio de los sacerdotes y los sacramentos”, destacó el sacerdote Grande en una entrevista en el programa televisivo “Más noticias” de Clucellas.
Y agregó: “estamos haciendo un seminario de vida con una renovación en el espíritu para renovar la fe. El espíritu de esta cuaresma hacia la Pascua tiene que ser de la persona, de las personas y la sociedad en que vivimos siempre tiene que renovarse”.
Sobre quien fue san José, el párroco remarcó que “era el padre adoptivo de Jesús, Dios quiso que naciera por obra y gracia del Espíritu Santo en el seno de María, pero estuvo en un segundo plano; él fue llamado a colaborar y cuando Jesús fue creciendo José desapareció y no apareció como María al pie de la cruz y en la Pascua”.
Por su parte, el escritor josefino Agustín Aimar, quien participó en la investigación histórica del centenario del tempo, publicada en un libro, recordó que “los primeros colonizadores llegaron aquí en 1886, hubo dos capillas San Miguel y San José, que mostraron la religiosidad de los habitantes, en su mayoría italianos y católicos. La torre de la capilla San José se cayó por una tormenta y fue reconstruida; a partir de 1913 se fue ampliando el actual templo con dos naves y la reubicación de la torre, tomando el formato actual”.
Fue declarada parroquia el 3 de diciembre de 1898 y el primer sacerdote fue Antonio Milesi quien llegó el 1 de enero de 1899. “Tuvimos un sacerdote histórico, Antonio Fratin, porque estuvo 55 años, atendiendo también Bauer y Sigel y Frontera, desde 1929 hasta 1984. Otro hecho importante fue la peregrinación de la Virgen de Guadalupe en 1952 cuando se construyó la gruta fuera del templo. Con el Concilio Vaticano II en 1962-65 se sacaron dos altares que estaban en las naves del costado para colocar imágenes de la Virgen y de algunos santos. Para el centenario del pueblo en 1986 se hizo una reforma muy grande con la construcción de las mesas del altar y del sagrario, el ambón, y se sacaron las verjas del frente para que la Iglesia se abriera a la población cuando estaba el sacerdote Antonio Navarro”.
Finalmente, la presidente comunal Jorgelina Sicardi se refirió a las obras de refacción del templo: “como estaba deteriorado, para nosotros pasa a ser un monumento histórico y desde la Comuna no dudamos en refaccionarlo, felicitando a los empleados comunales por el trabajo realizado. Se necesita para el pueblo cuidar este edificio día a día porque una vez que se deteriora muchísimo es difícil levantarlo. Gracias a Dios en tiempo y en forma lo hemos terminado”.
