
Un mundo libre
En Semana Santa y en este domingo de Pascuas, un breve ensayo sobre la humanidad y su libertad para elegir, el pecado, la enemistad con Dios, y la reconciliación con el Creador a través de Cristo.

En Semana Santa y en este domingo de Pascuas, un breve ensayo sobre la humanidad y su libertad para elegir, el pecado, la enemistad con Dios, y la reconciliación con el Creador a través de Cristo.

Expresó el obispo Torres durante la vigilia pascual en la Catedral. “Dios está en la brisa suave, que no se impone por la violencia o en medios poderosos que dan miedo”, agregó. Y preguntó en voz alta: “¿estamos revestidos con la alegría o con la queja y la desilusión?”.

¿Nos mantenemos indiferentes ante un Jesús que dio su vida por nosotros? ¿Comprendemos la grandeza de Dios, que entregó a su propio hijo para nuestra salvación? ¿Nos avergüenza ser seguidores de Cristo? ¿Escuchamos al que lo necesita? ¿Juzgamos con ligereza? ¿Acompañamos a nuestros hermanos enfermos? ¿Visitamos a los que están privados de su libertad?
En su homilía de la vigilia pascual, el Papa meditó sobre el significado de las piedras de la muerte que oprimen nuestras almas, instándonos a levantar los ojos a Jesús resucitado para sacar esperanza de los escombros del fracaso. Ante 6.000 fieles en la basílica de San Pedro, Francisco criticó los muros del egoísmo y de la indiferencia y lamentó que las aspiraciones de paz se vean «rotas por la crueldad del odio y la ferocidad de la guerra».

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela. Es un enorme desafío y compromiso ser cristianos con la esperanza en la vida eterna, más allá de lo temporal, y no ser cristianos por tradición.
El papa Francisco lo siguió desde la Casa Santa Marta, unido a la oración de 25.000 personas presentes en el Coliseo de Roma: “Jesús en la cruz tienes sed, es sed de mi amor y de mi oración”.

Expresó Torres durante la celebración de la pasión del Señor en la Catedral. Pidió rezar por la paz en cada corazón, en cada familia, en Santa Fe y en todo el mundo. Una multitud en el vía crucis de la ciudad alrededor de la plaza 25 de Mayo, donde el Obispo remarcó: “Argentina necesita un nuevo Pentecostés que nos enseñe a caminar juntos sin pelearnos”. Cientos de rafaelinos realizaron la caminata a las 7 iglesias.

En la Basílica de San Pedro, el cardenal Raniero Cantalamessa recuerda: en la cruz, Jesús respeta la libre elección de los hombres y elige anularse a sí mismo, lección para los poderosos de la tierra. Del triunfo de la resurrección una invitación a toda la humanidad a encomendarse a él: los ancianos, los encarcelados por su fe, las mujeres víctimas de la violencia.

Conjugar el verbo amar en nuestro acontecer diario, es la mejor manera de cultivar la aspiración por quererse, para restituir el camino existencial e instituir en nuestra savia la ofrenda conciliadora.

Testimonió el obispo diocesano Pedro Torres en la Catedral, durante la homilía de la última cena en la que Jesús hizo el lavatorio de los pies y la institución de la eucaristía. “Tenemos que abrir el corazón a sus gestos, que nos invitan a comulgar con él”, agregó. Este viernes a las 17:00 celebración de la pasión del Señor y a las 20:00 vía crucis de la ciudad alrededor de la plaza 25 de Mayo.