Canecín: «Todos tenemos el derecho a gozar de un ambiente sano»

En el día mundial contra el uso de plaguicidas, el Obispo de Goya recordó que cada 3 de diciembre "es una fecha para repensar las prácticas agrícolas cuidando el ambiente y la salud".

En el día mundial contra el uso de plaguicidas, el obispo de Goya, Adolfo Canecín, recordó que, cada 3 de diciembre, «es una fecha para repensar las prácticas agrícolas a partir del cuidado del ambiente y la salud».

El prelado llamó, en ese sentido, al desarrollo de la producción de alimentos que «protejan nuestra salud, realizando un consumo responsable y consciente, libre de agrotóxicos dañinos».

Esa fecha fue establecida para recordar a las víctimas de un incidente ocurrido el 3 de diciembre de 1984, en Bhopal, India, cuando una fuga en una fábrica de plaguicidas provocó innumerables víctimas fatales (más de 25.000), e incalculables deformaciones y enfermedades posteriores, además de un gran desastre ambiental.

En la encíclica «Laudato Si», al hablar de las acciones humanas que degradan la Casa Común, el Papa Francisco sostiene que «a ello se suma la contaminación, que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general», recordó el obispo.

Manifestó además que esa encíclica «habla sobre la importancia de cuidar el planeta y ser solidarios con los más vulnerables. En ese contexto, el uso de plaguicidas puede tener efectos negativos en el medio ambiente y la salud de las personas».

Los plaguicidas son productos químicos que se utilizan para controlar, prevenir y eliminar las plagas que nacen y se reproducen en las distintas plantaciones alrededor del mundo. Estos productos agroquímicos sintéticos fabricados por el hombre comenzaron a elaborarse desde que comenzó la Segunda Guerra Mundial ,con el objetivo de que la producción agrícola fuese más eficiente. Hoy, se comercializan en casi todos los países para ser utilizados en la agricultura, pero los costos en salud y otros graves daños al ambiente han sido (y siguen siendo) cuantiosos.

El artículo 41 de nuestra Constitución Nacional dice que todos tenemos el derecho de gozar de un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, y de que las actividades productivas se puedan desarrollar sin comprometer a las generaciones futuras. Al respecto, también la doctrina social de la Iglesia aborda una amplia gama de temas relacionados con la justicia social, el medio ambiente, la economía y la dignidad humana.

En las enciclicas «Laudato si» (2015) y «Laudate Deum» (2023), el Papa Francisco «profundiza en la ecología integral, el cuidado de la creación y las responsabilidades compartidas frente a la crisis ambiental y social». «Los más pobres y marginados son los más afectados por la crisis ecológica», subrayó Canecín, quien recordó que, por eso, el Papa Francisco llama a «solidarizarse con ellos y a trabajar por un desarrollo que no los excluya».

Finalmente, explicó que aquel concepto de «Conversión ecológica» abordado por el Pontífice invita a «un cambio profundo en las actitudes y estilos de vida, inspirado en una espiritualidad que valore la creación como un don de Dios», indicó el obispo de Goya.

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