La satisfacción del cliente y su fidelización son fundamentales para incrementar la competividad de una empresa. Y en este sentido no se puede negar que Basso S.A., fabricante de válvulas para motor, realmente lo es.
La autopartista rafaelina acaba de sumar una nueva distinción de un cliente internacional a su ya reconocida trayectoria. Se trata del Premio al Proveedor del Año 2006 otorgado por Kawasaki Estados Unidos, en virtud de las entregas que Basso S.A. realiza en la planta de Maryville, Missouri, donde el fabricante japonés construye motores para diversos tipos de vehículos terrestres y náuticos.
El galardón fue recibido por el Ing. José Luis Basso, el 29 de marzo, en su carácter de Presidente y CEO de Basso S.A., de manos de Shiro Noiri, Presidente de Kawasaki Estados Unidos. A la reunión asistieron además, Mauricio Basso, uno de sus hijos, y el Sr. Eduardo Serafini, Gerente de Forja y Tratamiento Térmico.
En este país la multinacional japonesa produce 600 mil motores por año, con una proyección de 750 mil motores para 2008 y 2009, lo que habla a las claras de la dimensión del mercado que atiende. Precisamente durante la Conferencia de Maryville, además de distinguir a su mejor proveedor, Kawasaki apuntó al propósito de fomentar la buena comunicación con sus compañías abastecedoras, como forma de reafirmar la lealtad que existe entre estas sociedades y el compromiso de adhesión a la misión global de la multinacional.
Kawasaki y Harley Davidson, son las nuevas estrellas que se sumaron a la cartera internacional de clientes de Basso S.A., que desde hace más de una década realiza entregas «Just in time» a automotrices de la talla de Peugeot-Citroen, Ferrari, Ford y John Deere, entre otras.
«Siento un profundo orgullo como presidente de un grupo, que está cosechando los triunfos de todo un equipo de trabajo que está profundamente involucrado, desde el Departamento Comercial, el área productiva, RRHH, el área institucional, etc. hasta la parte de servicios y producto, inspección, control de calidad, despacho… El Presidente de Kawasaki Estados Unidos, Shiro Noiri, que está a cargo de esa filial desde hace un año y medio me comentaba –un tanto en broma- que creía que la Argentina producía sólo alimentos. Por lo tanto, poder demostrar que desde hace muchos años nuestro país tiene poder industrial, un entretejido industrial que hace que nuestros productos sean reconocidos y que las fábricas reciban distinciones como las de ”0 defecto”, “0 retraso”, representa siempre una alegría. Es como la bandera a cuadros en una carrera de automóviles: no es para que uno baje la guardia pero significa un reconocimiento. Uno no hace esto meramente para obtener rentabilidad económica, sino también para posicionar su bandera, hacer conocer sus productos, y en este caso en particular, para llevar el apellido de una familia más allá de las fronteras argentinas,» subrayó el Ing. José Luis Basso.