Bajó la pobreza 10% en menos de dos años, pero hay malestar social

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela. La pobreza constituye un escándalo social en la bendita tierra argentina, pródiga con todos los climas, suelos y corrientes inmigratorias.

Por Emilio Grande (h.).- Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió los datos de la pobreza, descendiendo al 31,6%, que equivale a 14,5 millones de personas. Se trata del mejor dato del gobierno nacional, quien heredó del peronismo a finales de 2023 un país en el que el 41,7% de la población era pobre, y del más bajo desde 2018, cuando el programa económico de Mauricio Macri empezó a tambalear. La indigencia, el porcentaje de personas con ingresos insuficientes para comprar alimentos, también se redujo hasta el 6,9%.

Estas cifras implican una reducción significativa respecto del 52,9% y 18,1% registrados un año atrás, una baja que se concentró principalmente a partir del tercer trimestre de 2024.

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) señaló que “sin desconocer que se evidencian mejoras, corresponde advertir que los datos oficiales sobrerrepresentan la magnitud del alivio social. Para corregir parte de este sesgo en la evolución de los indicadores de pobreza, el INDEC debería acelerar la actualización de las canastas de referencia, evaluar el impacto de los cambios en los instrumentos de captación de ingresos y transparentar su efecto sobre las series históricas”.

El descenso de la pobreza se explica por el ritmo decreciente de la inflación y por el hecho de que la canasta básica que utiliza el organismo oficial para la medición aumentó por debajo del promedio de los precios. En los primeros seis meses del año, la inflación acumulada fue del 15,1%, cinco puntos por encima de lo que aumentó la canasta básica en ese período. El Ministerio de Capital Humano incrementó los subsidios a las familias más vulnerables, como la asignación universal por hijo, por encima de la inflación.

Los datos del INDEC muestran que la pobreza no es uniforme. La principal deuda del país es con la infancia: el 45,4% de los menores de 14 años vive en hogares pobres y el 10% son indigentes. Los adultos mayores aparecen más protegidos: nueve de cada diez tienen ingresos que les permiten acceder a la canasta básica.

La distribución territorial muestra que existen grandes diferencias en el país. En el noreste, la región más pobre, la cifra roza el 40%, mientras que en la Patagonia está por debajo del promedio con el 27%. En Buenos Aires y su área metropolitana, que concentra el 40% de la población argentina, la cifra es casi idéntica al total.

El cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, se refirió a la realidad nacional, expresando “qué lindo hubiera sido que nuestros representantes se hubieran reunido para suavizar las penurias de los jubilados que tienen que optar por un remedio o comer; o para restablecer la atención digna a la discapacidad. Hubiera sido lindo porque ese es el antídoto que tiende puentes en nuestras grietas. Nada nos une más que estas realidades”.

Finalmente, la pobreza constituye un escándalo social en la bendita tierra argentina, pródiga con todos los climas, suelos y corrientes inmigratorias. Hay un divorcio entre la clase dirigente y la gente de a pie, que caminan por andariveles diferentes, en un contexto de estrechez económica, donde 3 de cada 4 argentinos no llega a fin y no puede ahorrar.

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