Iniciemos una cruzada para recuperar el lugar que debemos tener en el concierto de las naciones. Convoca a todos los argentinos, más allá de su condición social, militancia política, credo religioso. Eludamos la excusa cobarde, tan nuestra, que comience el otro; eso le corresponde al gobierno. La epopeya del Bicentenario debemos celebrarla todos y la mejor forma de hacerlo es reeditar, hoy y ahora, los gestos de grandeza que honraron a nuestros próceres y a tantos ciudadanos y ciudadanas anónimos, cuyos sacrificios y trabajos nos merecieron la Nación que tenemos.
Por Hno. Eugenio Magdaleno (Buenos Aires)