Todo está en manos de nosotros
Tenemos derecho a reclamar de esos poderes públicos, un trabajo libremente elegido, no impuesto, respetuoso con las personas, y que permita satisfacer las necesidades básicas de las familias. La esperanza de que todo depende de mí es un buen estimulante, muy superior a la suerte que a veces tanto se implora.
Por Víctor Corcoba Herrero (Granada, España)