El largo camino del dolor
Los familiares de Once, con su estilo manso, merecen justicia. Pero quizá sean también el impulso de un nuevo tipo de ciudadanía, lejos de una oposición encerrada en el insulto e igualmente lejos de convertirse en carne de una operación que los coopte. Aprendieron demasiado.
Por Beatriz Sarlo (Buenos Aires)