Asamblea plenaria: los obispos reflexionan sobre la colegialidad y la sinodalidad

Apelando al método de la conversación espiritual, buscan respuestas en torno a esta pregunta: ¿en qué medida y de qué manera las estructuras de la CEA favorecen una sinodalidad misionera?

El centenar de obispos (entre ellos Pedro Torres de Rafaela) que participa de la 124ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) en la casa de retiros «El Cenáculo», de la localidad de Pilar, dedicó la tercera jornada a la reflexión y el trabajo sobre la colegialidad y la sinodalidad; todo ello, conforme al camino que viene realizando la Iglesia como fruto de la Primera Sesión de la Asamblea Sinodal, celebrada en octubre del año pasado.

Tras guiar la Lectura Divina con un momento posterior de oración, el obispo emérito de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, invitó a sus pares a reflexionar sobre la búsqueda de una espiritualidad de la colegialidad episcopal a base de cuatro premisas: “Vayan”, “Sean uno”, “Aprendan de mí” y “Moldear el corazón de nuestras iglesias”. 

 “Hagamos nuestra la mirada de Francisco sobre la Iglesia y sobre los grandes temas, que es hoy el Pedro que Dios ha regalado a toda la Iglesia”, les sugirió a los presentes Brassanelli.

Posteriormente, con la metodología de la conversación espiritual, se realizaron preguntas que son parte del Informe de Síntesis final de la Asamblea Sinodal: ¿en qué medida y de qué manera las estructuras de la Conferencia Episcopal Argentina favorecen una sinodalidad misionera? ¿qué elementos deberíamos potenciar, cambiar y/o abandonar en orden a lograr una conversión en este sentido?

Reforma sinodal y misionera

Por la tarde, continuando con esa temática, al plenario se sumó el presbítero doctor Gerardo Söding, quien expuso sobre el camino de reforma sinodal y misionera. El sacerdote animó la tarde de reflexión y trabajo sobre la sinodalidad y la colegialidad. Los obispos, a partir de diversos textos bíblicos, discernieron sobre la reforma sinodal y misionera dentro de la CEA.

Posteriormente a la charla, los obispos volvieron a trabajar en grupos mediante el método de la conversación en el Espíritu. Criterios de reforma de las estructuras de la CEA y los criterios a aplicar a base de Praedicate evangelium fueron los ejes del intercambio.

Al finalizar esta jornada de reflexión sinodal, los presentes celebraron una misa, que presidió el cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, mientras que la homilía estuvo a cargo del obispo de La Rioja, Dante Braida. Ambos prelados, miembros de la Asamblea Sinodal.

En la homilía, Braida expresó: “Para promover la sinodalidad en la Iglesia, tenemos que alentar en nosotros, en primer lugar, y en todos los fieles, una experiencia creciente de encuentro con Jesús. Tenemos que promover la vida interior de todo el Pueblo, empezando por aquellos que están más comprometidos con la animación pastoral”.

“Es esencial aprender a percibir las mociones del Espíritu en el interior de cada uno y sus manifestaciones en los acontecimientos que nos rodean para, de ese modo, compartir con los demás lo que el Espíritu de modo particular quiere expresar a través de cada uno. ´Sin oración no habrá Sínodo´, repite el Papa”, recordó el diocesano.

“En nuestro andar, como Iglesia que peregrina en la Argentina, sabemos cómo el santo Cura Brochero y santa Mama Antula promovieron los ejercicios espirituales en toda la población, para trabajar la vida interior del pueblo; y como, a partir de ellos, se producían grandes conversiones, que llevaban a un mayor compromiso eclesial y a una transformación social expresada en la construcción de escuelas, caminos, mejora de la producción, en formar mejores ciudadanos y dirigentes, etc.”, profundizó.

Finalmente, monseñor Braida invitó a los obispos a “seguir dando pasos para valorizar aún más la misión del laico en la Iglesia y en el mundo”, y consideró “necesario que, en cada vida laical, brille la belleza de su propia vocación y que sus cualidades y habilidades puedan ofrecerse para el bien común”.

“Así, la vida de la Iglesia se verá enriquecida ampliamente, y su participación en la vida social y política ayudará a enfrentar con mayor eficiencia la complejidad de este tiempo en todas sus aristas”, concluyó.

Más información, en www.episcopado.org y redes sociales.

Fuente: https://aica.org/

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